La huella del clan Urdangarin escapa a los límites de Vitoria y llega hasta Estados Unidos de la mano de una de las hermanas de Iñaki Urdangarin: Cristina Urdangarin, casada con el norteamericano Sean Flood, y madre de los dos protagonistas de las bodas a las que ha acudido la infanta Cristina (pero no su ex).
Cristina Urdangarin Liebaert es, sin duda, la más desconocida de todos los hermanos del ex duque de Palma, pero también la artífice de la nueva saga de Urdangarines que habitan al otro lado del oceáno.
La relación de los «Urdangarin americanos» y la hija de la reina Sofía ha sido siempre buena, por eso durante todo su matrimonio con Iñaki Urdangarin era común que trascendiera que los hijos de la infanta habían quedado con sus primos americanos en Chicago.
Desde 1987 Cristina Urdangarin vive en Estados Unidos. Llegó a Minneapolis hace más de treinta años para cursar un máster en la Universidad de Minnesota, pero se quedó allí para siempre. Ese es el motivo por el que casi no hay imágenes suyas en las agencias europeas y su ausencia pasara inadvertida a los fotógrafos incluso durante la cobertura del famoso caso Nóos.
Médico de formación, de ella apenas se conocen algunos datos, como que trabaja en la clínica St. Mary de la localidad de St. Paul, una de las ciudades más bonitas e históricas del estado de Minnesota, que está casada con Sean Flood, médico como ella, y que es madre de cinco hijos que adoran a su familia española y a los que hemos visto disfrutar año tras año de los veranos en la casa de su abuela en Bidart.
A lo largo de todo el proceso de divorcio de la infanta con Iñaki Urdangarin la prensa ha destacado la excelente relación que la hija de los eméritos mantiene con toda su familia política y este fin de semana es un buen ejemplo de ese vínculo.
Se casaban dos hermanos Flood Urdangarin con una semana de diferencia y la infanta ha acudido a ambas ceremonias acompañada de sus hijos Irene Urdangarin, Juan y Miguel. La primera en pasar por el altar fue su sobrina política Nuala Flood Urdangarin el pasado 13 de agosto y casi una semana después hizo lo mismo otro de sus sobrinos, Iñaki Flood, con el que le une un vínculo muy especial ya que fue uno de los niños-paje que acompañaron a la infanta en su propia boda en 1997.
La ausencia de Iñaki Urdangarin a los dos eventos familiares de los Urdangarin Flood es menos inesperada de lo que se podría pensar: ya se perdió en 2019 el enlace de otro de sus sobrinos Flood. En aquella ocasión fue Eamon Patrick Flood Urdangarin quien pasó por el altar ante la atenta mirada de la infanta Cristina y la ausencia de su «tío Txiki».
En aquella ocasión, como en esta, la complicada situación judicial de Iñaki Urdangarin le impidieron acudir al encuentro de la rama familiar que desarrolla su vida en Estados Unidos. Una ausencia forzosa que seguro que ha propiciado que la infanta Cristina respire tranquila en ambas ceremonias de su familia política en su primer verano como mujer divorciada.