La tragedia de Zourab Tchokotua, el príncipe de Georgia amigo del rey que hizo posible el amor secreto de Juan Carlos y Marta Gayá

El príncipe Zourab Tchokotua estrechó con don Juan Carlos una amistad hasta que Zourab falleció víctima de una leucemia.

El rey Juan Carlos con su amigo Zourab Tchokotua / instagram

Elena Castelló
Elena Castelló

Se conocieron de niños, en el internado de Friburgo, en Suiza, en el que don Juan Carlos pasó parte de su infancia y donde vivió años tristes separado de su familia, que ya se había instalado en Estoril, en Portugal. El rey emérito tenía el apoyo de su abuela, la reina Victoria Eugenia , que vivía en Lausana y se ocupaba de cuidar su ropa y de que se bañara los fines de semana, cuando él iba a verla.

En aquel ambiente oscuro fue como una madre para él. Y Zourab Tchokotoua, procedente de una familia aristocrática de Georgia, se convirtió en uno de sus mejores amigos. Ambos tenían ocho años y fueron un gran apoyo el uno para el otro.

Zou, como le conocían en la intimidad, ostentaba el título de príncipe. Su padre, Nicolas Tchokotoua, había abandonado Georgia durante la Revolución Bolchevique y se había instalado en San Francisco, en Estados Unidos, donde conoció a su esposa, Carol Marmon, una de las mujeres más bellas de su época, heredera de los famosos coches Marmon, objeto de deseo de las estrellas de Hollywood, en los años veinte.

Tuvieron seis hijos: Zourab, el mayor, Dimitri, Charles, Marina, Nina y Tamara. La familia se trasladó a Suiza, a Lausana, cuando Zou era adolescente, en 1954. El joven príncipe estudió economía en la Universidad de Lausana. En aquellos años cincuenta, Zou y el entonces príncipe Juan Carlos, que seguía visitando a su abuela en Suiza, acudían a las fiestas más selectas y forjaron amistades que han durado hasta hoy, entre los herederos de grandes fortunas y de nobles familias.

Zourab y el rey Juan Carlos forjaron una estrecha amistad. / EFE

Zou era alto, rubio y muy atractivo y era el centro de todas las miradas desde el principio. Labró su fortuna en el sector inmobiliario y petrolero, gracias a su valiosa agenda. Ya durante su etapa en la universidad, Zou dio muestras de un gran olfato para los negocios. Su primer trabajo consistió en trasladar los coches de lujo de los amigos de sus padres de una ciudad a otra

. Le apasionaba conducir, especialmente los coches de lujo. Llegó a tener una magnífica colección de Ferrari, cerca de una veintena. Zou llegó a Palma de Mallorca en 1965 y destacó en la alta sociedad de la época. Se enamoró de la heredera mallorquina Marieta Salas Zaforteza, hija única de un importante hombre de negocios, Pedro Salas, con numerosas conexiones con el régimen de Franco.

Se casaron, en una lujosa celebración, en 1974 en la catedral de Palma, ante 700 invitados, entre ellos miembros de la realeza como los príncipes Víctor Manuel de Saboya y su hermana, la princesa María Gabriela de Saboya, primer amor de don Juan Carlos y gran amiga de Marieta.

Tras la ceremonia religiosa, los novios acudieron a Marivent para saludar a don Juan Carlos y doña Sofía. Zou se había encargado de mediar, con su suegro, para que se le cediera a la Familia Real el Palacio. Zou y Marieta tuvieron un hijo, Igor Tchkotoua, hoy un afamado DJ.

Zou formaba parte del grupo de amigos que don Juan Carlos frecuentaba en Mallorca. El rey fue padrino de bautismo de su hijo. Y se cuenta que Zou fue el encargado de organizar un encuentro para que el rey emérito conociese a Marta Gayá, la influyente mallorquina que fue pareja de don Juan Carlos durante más de veinte años. Entre sus relaciones internacionales figuraban el Aga Khan, Gunter Sachs o Giovanni Agnelli.

Pero Tchokotoua también mostró algunas sombras en su perfil. En 1978, se vio envuelto en un caso de estafa inmobiliaria, el caso Los Almendros, aunque se libró de la cárcel y se declaró insolvente para no tener que indemnizar a los afectados. Fue entonces, y una vez divorciado, cuando, decidió trasladarse a Rabat, donde murió, en 2019, de una leucemia. Tenía 81 años.

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