La preciosa historia del palacio vasco de la Casa de Alba en el que se refugia Genoveva Casanova con sus dos perros

Genoveva Casanova ha puesto tierra de por medio para estar ajena a toda la polémica con el príncipe Federico de Dinamarca . Tras su publicación, su teléfono no paró de sonar ni de recibir mensajes. El siguiente paso fue llamar a su ex marido, Cayetano Martínez de Irujo, y avisarle de que se iba a viajar hasta San Sebastián para aislarse en una de sus propiedades. Él aceptó y ella cogió su coche hasta allí junto con sus dos perros.

En concreto, es el palacio de Arbaizenea, una propiedad de la Casa de Alba que heredó su hijo tras el fallecimiento de la duquesa. Construido en 1987 por el bisabuelo de Cayetano que agrupó varias fincas en la que existe actualmente.

Posee cuatro plantas y más de 20.000 metros cuadrados con varios jardines, de los que podrán disfrutar sus mascotas. Según 'El correo', tan solo el edificio consta de 480 metros. La primera planta tiene un recibidor, el comedor, despachos, salón y una capilla. En la segunda, ocho habitaciones y en la buhardilla otras para el personal de servicio.

Un viaje del que se hacía eco la revista ¡Hola! con la publicación de varias fotografías de la aristócrata en la ciudad vasca. «Perdóname, pero de verdad que no puedo hablar. Estoy destrozada», confesaba a la periodista Paloma Barrientos. Uno de los motivos por el que huyó de Madrid fue porque tenía prensa en la puerta de su casa. Eso le impedía sacar a los perros ya que tendría que hacer frente a la batalla de preguntas que, por ahora, no quiere responder.

Se relata que ha apagado el teléfono y en muy contadas ocasiones lo enciende. Hasta el día en el que todo estalló por los aires, se mantenía muy activa en redes sociales donde compartía su día a día y sus apariciones en los medios.

En su último post, emitió un comunicado tras la publicación de la exclusiva donde a través de su bufete de abogados, comunicaba que: «Niego rotundamente las afirmaciones que sugieren una relación de tipo romántica entre el príncipe Federico y yo».

Entre tanto, el 'tsunami Genoveva' también llegó a la casa real danesa . La primera reacción fue en mitad del viaje de estado de los reyes de España a Copenhague. Una frialdad entre Federico y Mary que dejó expectantes sobre el futuro del matrimonio a todo el país. Los siguientes pasos fueron más discretos y todo apuntaba a que iban a cancelar durante unos días sus apariciones públicas en común, pero también se dio un giro.

El pasado martes, el príncipe Christian juró la constitución como futuro heredero al trono después de su abuela y su padre. Un futuro lejano pero que, como Leonor, debe ir preparado. Momento importante para el joven en el que su madre no dudó apoyar. La agenda oficial no mencionaba la asistencia de Mary en el acto y los indispensables eran Margarita y Federico. No obstante, acudió como madre y posó junto a su marido, suegra e hijo.

Por el momento, ni Casanova ni el príncipe han desvelado más detalles de un viaje que tal y como comunicó ella fue «un favor a un amigo». Un cambio de rumbo debido a una indisposición de esta persona en común que obligó a ella a ser quien recibiera a su alteza real en Madrid. Visitaron el museo Thyssen y disfrutaron de una cena en 'El Corral de la Morería'. Acabaron en casa de ella donde se le vio salir a primera hora de la mañana poniendo fin a un encuentro que sigue dando mucho que hablar.