Mansiones De Famosos
Mansiones De Famosos
La pareja formada por Frank Sinatra y Mia Farrow siempre fue tan icónica como polémica. Se conocieron tomando café cuando ambos rodaban en platós contiguos y su romance fue un auténtico terremoto en el Hollywood de la época. La actriz era más joven que la hija del propio Sinatra. Y, según Farrow confirmó más tarde, él había sido su primer amante.
Tras dos años de un romance en el que la sombra de la diferencia de edad siempre sobrevoló a la pareja, Farrow y Sinatra se casaron en Las Vegas cuando ella cumplió 21 años. Por aquel entonces, él ya había soplado 49 velas. La ceremonia, celebrada en el Hotel Sands, a penas duró 15 minutos, tiempo más que suficiente para que leyeran sus votos, los paparazzi les hicieran cientos de fotos y descubriéramos uno de los vestidos de novia más icónicos de todos los tiempos.
Aunque su amistad fue fuerte hasta el final, el matrimonio de Frank Sinatra y Mia Farrow tan solo duró dos años y las malas lenguas llegaron a afirmar que el famosísimo corte de pelo pixie de la actriz fue el detonante. Eso sí, durante ese tiempo, la pareja compartió un imponente apartamento en la zona más exclusiva de Nueva York que ahora, cincuenta años después de su separación, se ha puesto a la venta.
La vivienda, que perteneció a Sinatra entre 1962 y 1968, está ubicado en el distrito de Treadwell Farm, en el corazón del Upper East Side, a pocos metros de Central Park y las grandes avenidas de Manhattan, se vende por 4 millones y medio de dólares y es un auténtico reclamo para cinéfilos.
Durante el tiempo que la impresionante casa perteneció al matrimonio Sinatra-Farrow, la flor y nata de la alta sociedad de la época y las grandes divas del star system pasaron por allí. Cuentan las crónicas de la época que en las desenfrenadas fiestas que se celebraban no faltaban brokers de Wall Street cerrando negocios o capos de la mafía.
También, por supuesto, los miembros más ilustres del Rat Pack, de Dean Martin a Joey Bishop o Shirley McLaine. También dicen que Kennedy y Marilyn Monroe eran huéspedes de honor habituales en el 249 de la calle 61 (dirección exacta de la vivienda). Y hay quien va más allá y asegura que unos cuantos fantasmas merodean entre sus paredes.
Sea como fuere, y más allá de la intrahistoria y el romanticismo que envuelven esta mansión en el corazón de Manhattan, la imponente casa tiene 350 metros cuadrados distribuidos en dos plantas, más un sótano de casi 100 metros cuadrados, y dispone de diez habitaciones, cuatro dormitorios, cuatro cuartos de baño y gimnasio privado.
Localizado en uno de los característicos edificios de ladrillo rojo de Nueva York, Andy Warhol, otro de sus habituales, calificó su imponente terraza panorámica en la azotea con vistas al río como «una gruta resplandeciente en el cielo». La vivienda tiene, además, un patio arbolado privado, y un putting green para practicar tu approach de golf.
La vivienda, que data de principios del siglo XX, conserva detalles originales de la época Sinatra-Farrow, como de los pisos de madera, las puertas con vidrieras y las repisas de las chimeneas. Además, desde entonces la imponente casa siempre ha pertenecido los Salomon, la misma familia que ahora la vende por casi 4.5 millones.