El lujo no es un bolso carísimo , un vestido de costura hecho a medida o un perfume nicho de autor. O, al menos, no es solo eso. El lujo es una forma de sentir que va más allá de precios y materiales exquisitos. Es una experiencia que se empieza a disfrutar desde antes incluso de entrar en la maison más exclusiva.
Por eso, los escaparates de las mejores flagship stores del mundo son en infinidad de ocasiones un reflejo de ese lujo experiencial . Una carta de presentación. Una declaración de intenciones sobre lo que nos espera al traspasar esas puertas. Son obras de arte en sí mismas. Lujo en estado puro.
Y el mejor ejemplo no tenemos que ir a buscarlo demasiado lejos. No hace falta viajar a París, Milán o Nueva York, porque lo tenemos en el número 81 del Paseo de Gracia de Barcelona, la localización de la imponente tienda de Hermès en la Ciudad Condal que, como cada año desde hace más de una década, se convierte en un reflejo de la simbiosis perfecta entre arte y moda de lujo. Si es que acaso ambos conceptos pueden separarse...
En esta ocasión ha sido la arquitecta y artista Elvira Solana (Santoña, 1986) la encargada de presentar una propuesta estética para el escaparate de otoño de la tienda de Barcelona que está cargada de fuerza simbólica y que es un reflejo del leit motiv de la maison este 2024: «24, el espíritu de Faubourg», en referencia al centenario de la icónica tienda parisina de Hermès.
«Este escaparate propone una nueva perspectiva sobre el objeto. La obra creada por Elvira Solana celebra los orígenes, significado y evolución constante de los objetos de Hermès, como obra y como idea, para reflexionar sobre el valor simbólico, intangible e inmaterial de las cosas», cuentan desde la maison.
El proyecto de Solana se presenta así como una referencia al simbolismo artístico, artesano y cultural del savoir-faire y las creaciones de Hermès, «que se conciben más allá de su materialidad para ser tenedoras de conocimiento, intención y belleza».
En el imponente escaparate de la flagship de Paseo de Gracia, dos torres inspiradas en pinturas clásicas y murales realizadas con sencillas cajas de madera «se transforman, elevando su valor a través de la representación mural de algunos de los objetos de la maison francesa, desafiando así la percepción del espectador», explican a Mujerhoy.
En este caso, los bodegones y trampantojos «buscan la complicidad con el observador para reflexionar sobre el significado real de los objetos y la relación con su propia imagen o representación gráfica» y se presentan divididos en cuatro motivos en los que cada caja es testimonio de esta metamorfosis.
«Juntas, constituyen un conjunto de conceptos, un museo de curiosidades, una selección especial de objetos, presentando, a la vez, una acertada conjunción numérica», reflexionan desde la maison a cerca de la intervención de Elvira Solana. Y es que, si miramos con perspectiva, los cubos que se erigen en los escaparates, forman un 24, la cifra mágica de Hermès, protagonista del tema del año y el número de la calle Faubourg de París donde empezó todo.
Además, «la conjunción de los cuatro motivos y las cuatro caras aluden a los 16 métiers que recogen el espíritu creativo de Hermès», cuentan desde la maison para explicar que la obra busca «enfatizar el poder de la representación gráfica y su capacidad de transformar el significado de los objetos representados y aquello que les rodea. El objeto, poseedor de valor artístico, se convierte en un portador de deseo, en una pieza a admirar por el significado que entraña».
20 de enero-18 de febrero
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