La dieta es un factor fundamental en el proceso de perder grasa. Una alimentación baja en calorías favorece notoriamente esa pérdida de peso deseada, pues obliga al cuerpo a suplir ese déficit con las reservas que ya posee, quema grasas y, por tanto, ayuda a la pérdida de peso.
Existen una serie de alimentos que actúan favorablemente en este proceso. Con propiedades como el carácter diurético, la fuerte presencia del calcio o el efecto saciante, estas incorporaciones a tu menú serán las mejores aliadas a la hora de perder la grasa localizada.
Aunque hasta el momento no existen evidencias científicas que certifiquen que deshacerse de la grasa localizada en una zona específica del cuerpo sea posible, esta tarea no es misión imposible. Trabajando el conjunto del cuerpo con ejercicio físico, hábitos saludables y, por supuesto, una buena alimentación conseguirás que el michelín que ahora nos agobia sea, en cuestión de tiempo, un problema del pasado.
La fruta y la verdura juegan en esta dieta un papel clave. Entre ellas, destacan los cítricos, ricos en vitamina C, y otras frutas como la sandía o el melón, que ayudan a reducir la hinchazón y favorecen la retención de líquidos.
Otros alimentos imprescindibles para complementar una dieta detox son los espárragos o el pepino. Son diuréticos naturales y ricos en fibra, lo que los convierten en la opción ideal para un aperitivo o picoteo gracias a su efecto saciante.
Los lácteos bajos en grasa, como yogures o leche, son ricos en calcio, que ayuda a metabolizar la grasa, y perfectamente compatibles con nuestro objetivo. Algunos nutricionistas recomiendan combinarlos con un puñado de frutos rojos para potenciar su efecto y disfrutar de una merienda que desmienta que las dietas son aburridas.
Los ultraprocesados y las harinas refinadas deben desaparecer si queremos cumplir nuestro objetivo, pero esto no significa que para lograrlo debamos prescindir del sabor. Un gran sustitutivo del azúcar es la canela, que además de aportar ese toque especial a nuestro café, infusiones y meriendas también favorece a la eliminación de grasa abdominal.
Además, y aunque parezca mentira, el chocolate también puede ser un gran aliado, siempre que sea de más del 85%, pues ayuda a quemar la grasa del vientre y a contentar a aquellos que no pueden vivir sin el postre después de comer.
Los frutos secos, como las nueces o las almendras, se convertirán en tus mejores aliados en el proceso: aportan energía, regulan las hormonas del estrés que más afectan al aumento de peso, son ricos en Omega 3 y, además, son de lo más saciante. Sin embargo, se recomienda no abusar de ello: un consumo moderado, entorno a cinco por día, es más que suficiente para gozar de todos sus beneficios.
A este grupo se suma las legumbres, como las lentejas, ricas en vitamina B12 y B3, que convierten la grasa en energía y, por tanto, ayudan a quemar grasa. Eso sí, los guisos de legumbre deben prescindir de carnes rojas y grasas, como el chorizo, que no hará más que dificultar el proceso.
La lista se completa con otras opciones como las infusiones, que además de tener un valor calórico ínfimo poseen un sinfín de cualidades beneficiosas para el organismo y, por supuesto, para este tipo de dietas.
La infusión de jengibre, la manzanilla o el té verde son algunas de las posibilidades que se nos ofrece: no solo ayudan a reducir el hinchazón o a quemar grasa, sino que también se convierten en la opción perfecta para las noches en las que el frío empieza a hacerse notar y a final de la jornada el cuerpo nos pide sentarnos a disfrutar de algo que nos reconforte, como una buena taza de té.
Acumular grasa no deseada puede suponernos un problema que, aunque precisa de esfuerzo, tiene fácil solución. Aunque cada cuerpo funcione de forma distinta, quien más o quien menos se ha visto en algún momento enfrentado a esta coyuntura.
Un entrenamiento integral que nos mantenga en forma, ejercicios centrados en las zonas conflictivas que ayuden a su tonificación y definición, y, por supuesto, una dieta rica en todos los alimentos mencionados harán esta tarea más sencilla y, lo más importante, nos mantendrán en un estilo de vida saludable que potenciará con creces nuestra salud y calidad de vida.