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Caminar no solo es excelente para la salud física y mental, sino que también es una parte integral de cualquier plan de acondicionamiento físico para adelgazar. Salir a dar un paseo no solo te ayudará a mantenerse en movimiento. Cuando se hace correctamente, es un excelente ejercicio para quemar calorías en sí mismo.
Según un estudio publicado en el Journal of Exercise Nutrition & Biochemistry, investigadores que estudiaron los efectos de caminar en mujeres obesas durante un período de 12 semanas descubrieron que caminar es especialmente eficaz para atacar y reducir la grasa abdominal y al mismo tiempo mejorar la respuesta a la insulina del cuerpo.
Los investigadores recomiendan caminar a cualquier persona que padezca obesidad o síndrome metabólico, o a cualquiera que «no tenga experiencia previa con el ejercicio». Es un hecho que caminar no sólo es una excelente manera de mantenerse saludable, sino que también ayuda a quemar grasa. Sin embargo, es necesario hacerlo de la manera correcta. Cada paso que das quema calorías, pero puedes adelgazar y tonificarte seriamente agregando colinas, intervalos y movimientos concretos en tu caminata.
Con eso en mente, hay cuatro trucos que puedes probar el siguiente entrenamiento en el que decidas caminar. Son algunas formas de aprovechar aún más tus caminatas diarias. Porque aquí no solo importa el qué, sino el cómo. Aprende a perder más peso y tonificar tu cuerpo en 25 minutos de paseo.
El ritmo al caminar lo es todo y debes aumentar la intensidad de tus caminatas si deseas maximizarlas. En resumen: puedes quemar más calorías caminando a un ritmo rápido que caminando más lentamente. La velocidad afecta directamente a la cantidad de calorías que quema una persona mientras hace ejercicio.
Dicho esto, no significa que debas correr. En su lugar, camina rápidamente, con lo que quemarás calorías adicionales para ayudarte a perder peso. Para quemar más de 175 calorías, se recomienda hacer el siguiente trabajo específico que en realidad es muy sencillo pero tiene la ventaja de que es fácil acostumbrarse a él.
Después de calentar durante 5 minutos, camina lo más rápido que puedas durante 10 minutos. A continuación, date la vuelta y camina de regreso a paso rápido, bajando poco a poco la velocidad para poder enfriarte a medida que te acercas de nuevo a tu punto de partida. Cada vez que hagas este ejercicio, intenta caminar más rápido e ir más lejos que tu punto de giro inicial.
Otra forma de añadir intensidad y dificultad a tus paseos es meter elevación. Para ayudar a aumentar la quema de calorías, una persona debe caminar cuesta arriba con regularidad. Para algunos, esto puede significar aumentar la pendiente de la cinta, mientras que otros pueden querer incorporar más colinas en su tuta al aire libre. Una persona debe intentar subir colinas, escaleras o pendientes dos o tres veces por semana.
¿Otro gran consejo para caminar? ¡Trabaja tus abdominales mientras caminas! No te arrepentirás porque funciona de verdad. Concéntrate en llevar tus abdominales hacia la columna. Trata de mantener la contracción durante toda la caminata, pero sin contener la respiración.
Aunque te pueda parecer complicado, no lo es tanto. Imagina que tus piernas se extienden por encima del ombligo. A medida que una pierna se balancea hacia adelante y hacia atrás, la cadera debe seguirla. Este ligero giro de la cadera hace que la parte inferior del torso gire, activando más músculos abdominales para tensar la sección media más rápido.
Esta es otra excelente opción para aprovechar al máximo su caminata diaria: cambia la dirección en la que vas. Camina hacia adelante, hacia atrás o incluso de lado. Esto mantiene la mente alerta, aumenta la quema de calorías y activa algunos músculos que a menudo no se utilizan, como la parte externa e interna de los muslos.