Cuando algo se hace viral, todo el mundo termina haciéndolo. Ya sean bailes de TikTok, un corte de pelo, una mascarilla para la piel o, como en este caso, un pastel. Y sino piensa qué hiciste durante el confinamiento, seguro que de tu horno no paraban de salir barras de pan, con mayor o menor fortuna. No en vano se agotó la levadura de todos los supermercados.
Pues para el bizcocho del que vamos a hablarte hoy, no vas a necesitar levadura. Ya podría haberse puesto de moda en 2020. Seguro que lo has visto en redes sociales, un bizcocho grueso y tan esponjoso que al tocarlo tiembla. ¿Y cómo se consigue si no utilizamos polvo de hornear para que la mezcla suba?
Al tratarse de una receta tradicional japonesa, no contaban con este maravilloso ingrediente y tenían que apañárselas solos para conseguir una textura tan maravillosa como la de este bizcocho. Esto lo conseguían usando menos harina, cociéndolo en el horno al baño María y, sobre todo, montando las claras al punto de nieve junto con el edulcorante de tu elección.
Eso sí, al mezclar las claras al punto de nieve junto con el resto de ingredientes, tienes que realizar movimientos envolventes para que la textura esponjosa no se convierta en líquida. Además, al hornearse al baño María con una temperatura inferior y durante más tiempo, el bizcocho se hace poco a poco y por eso adquiere esa textura como de suflé.
Con esta receta fácil y rápida conseguirás sorprender a todos tus invitados con un postre ligero y bajo en calorías (siempre que sustituyas los ingredientes más calóricos por otros más saludables, claro). Pero no hablemos más. Aquí tienes la receta del bizcocho más esponjoso y tembloroso que has visto en tu vida. Merece la pena probarlo:
95 minutos (20 de preparación y 75 de horneado)
8
8 huevos
100 g. Harina de fuerza
130 g. mantequilla o 85 gr. de aceite de coco
130 g. leche o bebida vegetal
130 g. eritritol
Separa las claras de las yemas.
Funde la mantequilla o el aceite de coco con la leche en un cazo.
Bate las yemas con la mezcla anterior hasta que espume.
Añade la harina tamizada y combina.
Monta las claras a punto de nieve con el Eritritol.
Añade las claras montadas a las yemas en tres veces con movimientos suaves y envolventes.
Vierte en un molde forrado y hornea 75 minutos al baño maría a 140°.
- Usa un molde metálico
- Si se dora en exceso, tapa con papel de aluminio mientras se termina de hornear.
- Puedes aromatizar con ralladura de limón o vainilla.
- El punto en el que añades las claras es importante, no batas en exceso.
- Guarda bien tapado con film transparente para que no se reseque.