Qué es la piedra de alumbre y para qué sirve

Los remedios de la abuela de toda la vida vuelven a estar en el foco en la industria beauty. El uso de la vaselina para la cara o el jabón de glicerina, así como los aceites esenciales o el vinagre de manzana para el pelo se han hecho virales en redes sociales. Ahora le llega el turno al alumbre. Este producto de uso tradicional tiene multitud de usos para la salud y la belleza de la piel.

Se puede usar en cuerpo y rostro, sobre todo enfocado a la limpieza. Aunque comúnmente lo conozcas como desodorante , en realidad sus propiedades se pueden ampliar para tratar muchos otros problemas. Si estas en ese modo de volver a las raíces y optar por una rutina con fórmulas naturales o más simple, necesitas tenerlo a mano, aunque antes te contamos para qué sirve el alumbre, qué es exactamente y todos los beneficios que tiene.

La piedra de alumbre es un mineral compuesto por alumbre potásico o sulfato de potasio. Su uso se remonta al Antiguo Egipto, pero a partir de la Edad Media fue cuando se empezó a usar en la medicina. Visualmente, parece una piedra de cristal con un color semitransparente blanquecino y cuenta con muchas propiedades.

Hoy día es usado como tratamiento para diferentes problemas y hay dos tipos: la piedra de alumbre natural («ammonium alum») y la piedra de alumbre sintética («potassium alum»). La diferencia entre sus beneficios no es mucha, pero si es cierto que la segunda pierde cualidades con respecto a la primera.

El principal uso que se le ha dado a la piedra de alumbre es el de la higiene y comúnmente se utiliza como desodorante corporal por sus propiedades antitranspirantes, antisépticas, astringentes y antibacterianas (gracias a la sal). Con su aplicación queda una capa transparente que sirve de barrera para impedir los malos olores y la proliferación de bacterias. Pero, hay que tener en cuenta que no elimina el olor del todo y no tiene perfume, por lo que un truco para maximizar su poder es usarlo junto a algún aceite esencial hidratante y aromático que no sea comedogénico.

Otra de sus cualidades es que se trata de un producto hipoalergénico, por lo que es especialmente beneficioso para pieles sensibles que se irritan con facilidad. Su uso impedirá reacciones y además evita que se genere picor, inflamación, rojeces u otros efectos derivados de ingredientes más agresivos para el rostro y cuerpo.

Por otra parte, esta su acción hemostática que lo convierte en un cicatrizante, junto a sus beneficios astringentes. Así que, si tienes piel acneica, irritación por el afeitado o algún tipo de herida mejor como un corte o arañazo, podrá resultar un remedio muy eficaz. Incluso se utiliza para curar las llagas de la boca y picaduras de insectos .

Usar la piedra de alumbre es muy sencillo. Lo único que tienes que hacer es humedecerla un poco y aplicarla sobre la piel limpia y seca, en la zona del cuerpo que desees. Si la empleas como desodorante o contra el mal olor, aplícala por las axilas, los pies y otras zonas con mayor tendencia a generar sudor.

En la cara, la puedes usar igualmente o a modo de mascarilla, siempre que esté molida en formato polvo. Esto servirá tanto para calmar la piel sensible como para mejorar la apariencia de las pieles grasas y propensas al acné o, para mejorar la firmeza. Y, en el caso de los hombres o aquellas mujeres que hagan dermaplaning , también calmará tras la depilación.

Es importante que, tras el uso de la piedra de alumbre, se limpie bien, se seque con toalla o paño por completo y se guarde en un envoltorio o caja que la mantenga lejos del contacto de otros productos y seca. Más o menos, puede durar unos tres meses, por lo que será un tratamiento ahorrativo y bueno para el medio ambiente.

En lo que respecta a las contradicciones, la piedra de alumbre es más segura que otro tipo de desodorantes al no tener compuestos como cloruro de aluminio o circonio que son perjudiciales, además de que no altera el microbioma de la piel, por lo que en principio no debería haber ningún problema con su utilización.

Pero, como cada tipo de piel es diferente, hay casos especiales en los que podría ocasionar picores, erupciones o inflamación y en tal caso se recomienda detener su uso de inmediato. Eso sí, la piel se tiene que acostumbrar a su uso por lo que al principio puedes no notar del todo el efecto. Y, como comentario extra, no se ha demostrado que tenga relación con el cáncer.