íntima y familiar Así fue la discretísima boda de El Litri y Casilda Ybarra hace un año: ceremonia civil, invitados selectos y una madrina muy especial

El enlace se celebró el 14 de mayo, hace justo un año, y despertó una gran expectación, aunque fue una celebración íntima y familiar. La relación de los novios se había conocido poco antes. Él, Miguel Báez «El Litri» , se había divorciado, en 2017, de la diseñadora Carolina Herrera , con quien tenía tres hijos, tras 13 años de matrimonio. Ella, Casilda Ybarra de Fontcuberta , era una joven sevillana de buena familia dedicada profesionalmente al arte.

Se trató de una ceremonia civil, porque en ese momento, el torero todavía no tenía a la nulidad eclesiástica de su matrimonio. Pero hubo una misa de acción de gracias tras el enlace, oficiada por un sacerdote amigo de la familia. La familia y los amigos más íntimos se reunieron en el Cortijo El Carrascalejo, en Sanlúcar la Mayor, cerca de Sevilla, propiedad del novio. Miguel se ocupa de la explotación agrícola de la finca.

El enlace era el primero para la novia, que acaba de cumplir 42 años, mientras el torero había cumplido ya 54. Ella es hija de Antonio Ybarra y de la aristócrata Casilda de Fontcuberta y Alonso-Martínez. Los novios se habían conocido a través de amigos comunes en Punta Umbría, Huelva, donde Litri posee una casa cerca de la playa. Su noviazgo duró dos años, aunque todo eran rumores, y se confirmó bastante más tarde. Su discreción era máxima y apenas se les había podido ver juntos por las calles de Sevilla y en alguna reunión social.

Ambas familias, los Báez y los Ybarra, son muy conocidas en Sevilla y tienen una elevada posición, pero los novios querían una boda muy discreta, muy distinta de la que celebraron Miguel y Carolina Herrera en 2004, en su finca de Los Guateles, en Cáceres, ante 600 invitados, entre los que se encontraban sonoros nombres del toreo y de la moda internacional.

Por supuesto asistieron los tres hijos que Miguel tuvo con Carolina, Olivia, Miguel y Atalanta, con los que su segunda esposa mantiene una relación muy cercana. Su madre, Conchita Spínola , ejerció de madrina, con un elegante vestido de flores a juego con una espectacular pamela adornada con plumas.

Conchita falleció poco después de un infarto, lo que obligó a los novios a interrumpir, por segunda vez, su luna de miel. Pocos días antes, había fallecido también Miguel Báez, padre, que se encontraba en un delicado estado de salud. Fue una dura prueba para los novios en un momento que era, sin duda, el más feliz de su vida. Miguel perdió a sus padres con 15 días de diferencia.

Licenciada en Geografía e Historia del Arte y museóloga por la Universidad Complutense, Casilda Ybarra ha estado siempre centrada profesionalmente en proyectos culturales relacionados con el mundo del arte. Es nieta, por parte de su madre, de Adelaida Alonso Martínez y Huellín, marquesa de Bellamar. También está emparentada con los duques de Medinaceli y los duques de Estremera. Su padre tiene una relación muy cercana con el duque de Feria, Rafael Medina, para el que, dicen, es como un padre.

Casilda es una mujer con mucho estilo, que demuestra con sus vestidos y los amplios guardapolvos bordados que le gusta vestir, combinados con originales piezas de bisutería, y una persona amable y con mucho sentido del humor, según sus íntimos.

Para su boda, optó por un elegante vestido de novia hecho a medida en Madrid, un diseño entallado con bordados florales en oro y chaquetilla a juego. Lo complementó con unos pendientes de oro y perlas que dejaba ver el pelo recogido. Fue su padre, Antonio Ybarra, quien fue su padrino. El ramo de la novia fue confeccionado con flores silvestres. La decoración de las mesas, cubiertas con manteles de hilo en color gris, se elaboró a base de lavanda, lentisco romero y limones.

Para evitar a las cámaras los novios se vistieron dentro de la propiedad. Los periodistas solo alcanzaron a fotografiar a algunos de los invitados que llegaban para la celebración. Entre las invitadas estaban María de León y la modelo Teresa Baca, el presidente de Acciona, José María Entrecanales, la anticuaria Ana Abascal y su hija Patricia Medina, la diseñadora Rocio Peralta o el rejoneador Fermín Bohórquez Domecq. El almuerzo fue ofrecido por la exclusiva firma sevillana Alda y Terry. Hubo ensalada de bogavante, solomillo de ternera y tarta árabe y se brindó con champán francés. Y luego baile, flamenco y barra libre.