REIVINDICATIVA
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El próximo 18 de junio se cumplen ocho años de la muerte de Leandro de Borbón. Una fecha marcada en rojo de este personaje histórico como también lo es el 21 de mayo de 2003, día en que la justicia le reconoció como hijo extramatrimonial del rey Alfonso XIII., hermanastro de Juan de Borbón y tío de Juan Carlos I. Una vida llena de luces y sombras que tras su fallecimiento dejaba a sus seis hijos divididos en dos bandos y sin ninguna relación entre ambos.
Por un lado nos encontramos a los cinco habidos en su primer matrimonio con María del Rosario Vidal y de Bárnola (María Cristina, Alfonso Javier, Blanca Isabel, Eduardo Leandro y Luisa María). Por el otro, a Leandro de su unión con María Concepción de Mora y Ruiz. Leandro de Borbón y Ruiz decidió nombrar en su testamento a este último heredero universal. Y es precisamente este término el que emplea para referirse a él su hija, Blanca de Borbón, cuando la contactamos para elaborar este reportaje.
Blanca de Borbón nos insta a que nos pongamos en contacto con Leandro Julio de Borbón y de Mora, al tiempo que acepta nuestra propuesta de desentrañar la figura de su padre cuando se avecinan los dos aniversarios antes referidos. Ya lo habíamos hecho, pero «el heredero universal», para ceñirnos a ese término aludido, declina nuestra propuesta: «No me interesa, gracias». Esta es su lacónica respuesta por whatsapp.
Su hermanastra, por el contrario, se muestra comunicativa y muy combativa. Uno de los deseos verbalizados por su padre, Leandro de Borbón, antes de morir fue mantener un encuentro con Juan Carlos I, pero no lo consiguió. No es el único, como subraya Blanca de Borbón: «Es muy fuerte que a un señor como don Leandro de Borbón no le hayan concedido el Toisón de Oro, como a todos los infantes de España, que están enterrados en el Pabellón de Infantes en la basílica de San Lorenzo de El Escorial. Allí, por ejemplo, está enterrado don Carlos, duque de Calabria, primo del rey emérito, sin ser infante de España ni llevar el Toisón de Oro».
«Sus restos deberían reposar en San Lorenzo de El Escorial, donde estuvo el pobre interno durante más de quince años. No me cabe en la cabeza que hayan hecho esa injusticia con mi padre, independientemente de lo que yo sienta por él, fuera buen o mal padre. A cada uno lo suyo. A mi padre no se le ha reconocido nada que no fuera verdad, es hijo de rey, algo que no pidió», manifiesta, muy indignada.
«No sé cómo al rey Felipe VI no se le caen los palos del sombrajo de que a su tío todavía no le han reconocido con el Toisón de Oro, algo que aún están a tiempo de hacer, y trasladarle desde el cementerio de La Almudena al Pabellón de Infantes. Esto no sé quién lo lleva, si es el presidente de España, que dudo que tenga muchas ganas de hacer algo así, o es don Felipe, como rey de España que es. Con mi padre han hecho tales injusticias, feos y ninguneos, que me duele hablar de este tema», concluye.
En una entrevista publicada por 'La Razón' hace tres años, Blanca de Borbón señalaba también a la reina Sofía que no había contribuido al deshielo de las relaciones familiares: «Su influencia no ha sido ni buena ni mala, se ha abstenido. Éramos la familia real y la familia irreal, la de la puerta chica. No se han preocupado, sobre todo don Juan Carlos y don Felipe, de leernos el testamento y los cuadernos particionales de la herencia de Alfonso XIII. Entramos igual que cualquier nieto, jamás nos han dicho si nos pertenece algo. Puedo decir que esos cuadernos y ese testamento con la herencia están ahí y yo los he leído y podría decir que hasta tengo acceso a ellos. Esto podría ser una bomba de relojería, porque nosotros cinco y el hijo de mi padre, Leandro, podríamos hablar de este asunto».
Leandro de Borbón, hijo extramatrimonial de Alfonso XIII. /
«Es descomunal la injusticia que han cometido con nosotros. Se han repartido las cositas, lo que hubiera, y nosotros ni mutis por el foro. Verdaderamente, lo legal y lo correcto era reconocerlo como hijo de Alfonso XIII. Había más de seiscientas pruebas y no había nada más que mirarle a la cara para saber de quién era hijo», apostilla.
A propósito del reparto de la herencia de su padre, Blanca de Borbón sigue mostrando su dolor: «Fue una cabronada, a nosotros nos desheredó a los cinco. Como él vivió con su hijo toda la vida y a nosotros nos abandonó cuando éramos muy pequeños, consideró que no tenemos derecho a nada. Leandro vendió lo que le dio la gana y creo que todavía vive de lo que le dejó su padre. Nosotros, cero, tanto de la familia real como de mi propio padre. Es para llorar de la pena».
Blanca de Borbón ha descrito con anterioridad su distante relación con su padre, las infidelidades que sufrió su madre y las carencias afectivas que derivaron de esta situación: «El buen cristiano perdona. Al buen cristiano le enseñan a perdonar. No quiero saltarme a la torera el quinto mandamiento, que es honrarás a tu padre y a tu madre. Mi madre fue una mujer de los pies a la cabeza. Aristócrata, fina, buena, elegante, maravillosa… Se ocupó de sus cinco hijos desde el día que nacimos, pero mi padre pasó olímpicamente de nosotros, es la pura verdad. A Cristina, Alfonso y a mí nos metió internos cuando se separó de mi madre y nos dejó tirados. Los menores no, porque Eduardo no había cumplido tres años y Mercedes tenía uno».
La hija de Leandro de Borbón es consciente de que este tipo de declaraciones podrían tener un cierto valor de mercado y nos hace una petición: «Soy la única que no cobra por dar este tipo de entrevistas y podrían valer mucho dinero. Por eso te pido que me ayudes a divulgar que llevo una asociación sin ánimo de lucro que se llama Proyectos de Vida. Nadie nos ayuda. Pilar Díaz Alonso y yo, como vicepresidenta y presidenta, estamos ayudando con cosas materiales, ropa, complementos, con los que contribuimos a pagar los gastos de nuestra asociación, que sacamos adelante con nuestros ingresos de pensionistas».
«Además tenemos un proyecto maravilloso en ciernes, Isla Mujer. La idea básica es alquilar una finca, montar una casa prefabricada grande, dos pequeñas, recoger entre 30 y 35 mujeres maltratadas con sus hijos. Queremos crear un espacio en el que se sientan protegidas, porque habrá las medidas de seguridad pertinentes. Habrá animales, huerto. clases… Estará ubicado cerca de una estación de tren para que puedan bajar a Madrid a trabajar y se les ayudará a encontrarlo si no lo tienen. Estoy al habla con el padre Ángel, que se ocupa de unas 2000. Este es mi proyecto de vida», nos dice Blanca de Borbón, que está buscando financiación pública y privada para poder sacarlo adelante.
«No me quiero morir sin verlo montado. Desde aquí hago un llamamiento a todos los medios de comunicación para que nos ayuden a dar visibildiad a este proyecto. Hay que ayudar a estar mujere que, en muchos casos, han sido abandonadas por sus famlias y se encuentran absolutamente desamparadas. Queremos darles una oportunidad de salir adelante«, concluye.