boda con complot Qué esperamos de la boda del hijo de Rania de Jordania, el príncipe Hussein: lujo, royals e intrigas palaciegas

Cómo nos encantan las bodas con salseo esperamos que el enlace del hijo de Rania de Jordania sea tan jugoso como lo fue la del anterior heredero del trono, el príncipe Hamzah.

La reina Rania de Jordania posa con su futura nuera y su hijo, el heredero al trono el príncipe Hussein / instagram

Silvia Vivas
Silvia Vivas

Cómo nos encantan las bodas con salseo esperamos que el próximo enlace del heredero de Rania de Jordania , el príncipe Hussein , venga cargado de lujo y cotilleo como sucedió con la boda del anterior heredero del trono, el hijo de Noor , el defenestrado príncipe Hamzah .

No cabe duda de que la casa real jordana se prepara para un año lleno de eventos y apariciones en la prensa del corazón. Tienen doce meses en los que, si todo sale como está programado, se casarán el ojito derecho del rey Abdalá, su heredero, el príncipe Hussein y una de sus hijas, la princesa Imán, que está comprometida con el misterioso Jameel Alexander Thermiotis.

El evento del que sí tenemos fecha, el del heredero del trono jordano, se celebrará el próximo 1 de junio y la novia es una hasta la fecha joven anónima pero altamente «raniaficable» llamada Rajwa al-Saif. ¿Qué esperamos de tan alegre evento? Pues que sea tan remarcable como la anterior boda de un candidato al trono jordano, el ahora denostado primogénito de la reina Noor, el príncipe Hamzah.

Al contrario de lo que les sucedió a Rania y Abdalá cuando se casaron, cuyo enlace pasó sin pena ni gloria por las crónicas de la época porque nadie intuyó que el destino les convertiría en los reyes de Jordania, el primer matrimonio del príncipe Hamzah, designado por su padre el rey Hussein como su heredero, se celebró por todo lo alto.

La boda entre Hamzah y su prima Noor bint Assem bin Nayef fue una fiesta de las mil y una noches. Quizá para no amargarle a nadie la fiesta ni las expectativas Abdalá, que en aquel momento ya gobernaba el país, respetó la sucesión al trono que planteó su padre hasta después de que se celebró aquella boda.

Pocos meses después de aquel enlace Abdalá decidió que sería su hijo Hussein, el que se casa el próximo mes de julio, quién se sentaría en el trono cuando él ya no estuviera y no Hamzah. Pero nadie era consciente de que esto iba a suceder aquel 27 de mayo de 2004 que reunió a todas las casas reales europeas en Amman.

La reina Noor, su hijo el príncipe Hamzah y su primer aesposa, la princesa Noor bin Assem bin Nayef / gtres

Aquel día nadie tenía ni idea de las intrigas palaciegas que se cocían en la corte jordana y de hecho la boda en sí misma era un trampantojo. La pareja que posaba sonriente frente a sus cientos de invitados ya estaba casada: se habían unido en matrimonio en 2013 en una ceremonia privada en el palacio de Al Baraka.

Pero la recepción que organizó en 2004 Abdalá II en el palacio de Zahran en honor de su hermanastro y su (supuesta) nueva esposa fue harina de otro costal. Parecía una auténtica convención de príncipes herederos mundiales. Por allí desfilaron Hakoon de Noruega y Mette Marit, Victoria de Suecia, el príncipe de Bahrein, el de Brunei y dos muy especiales para nosotros: los príncipes de Asturias.

La boda del príncipe Hamzah fue la primera incursión en el extranjero que hizo nuestra reina Letizia, en aquel momento recién estrenada princesa de Asturias. Para que no le temblaran las piernas bajo el vestido color pistacho que llevó para la ocasión estuvo bien escoltada por su marido, el príncipe Felipe, y su suegra, la reina Sofía.

La emérita tampoco no fue, por supuesto, la única cabeza coronada que presentó sus respetos a la pareja de novios. Por allí también estaban los europeos Guillermo de Holanda y sus íntimos el rey Gustavo y la reina Silvia de Suecia además del príncipe Andrés, duque de York, en representación de los Windsor.

El «baño de royals» quiso compensó que la pareja principesca no se pudo dar el ceremonial baño de multitudes por las calles de Ammán aunque sí se permitió a Hamzah y su esposa hicieron un pequeño recorrido Lincoln Continental sin techo que pertenecía al difunto Hussein y que se sacó para la ocasión del Royal Car Museum.

Vídeo. Quién es quién en la familia rela jordana

Tras el pequeño paseo cruzaron un puente de madera construido ex proceso para ellos y colocado sobre uno de los estanques de palacio y pasaron por debajo de un arco ceremonial de espadas formado por 14 oficiales del ejército jordano. Tras el arco y las fotos para el recuerdo a los novios les esperaba un besamanos infinito y una tarta nupcial de tres pisos.

Aquel matrimonio duró apenas cinco años. La princesa no solo era prima segunda del novio sino que había sido escogida para anular la posible «amenaza» que suponía un antiguo rival político de la familia real jordana. El padre de la princesa Noor era el exiliado en España príncipe Asem bin Nayef, al que hacía décadas se acusó de intentar un golpe de estado contra el rey Hussein.

En 2012 Hamzah repitió boda, esta vez con una canadiense de ascendencia jordana, pero de aquel enlace apenas trascendieron unos retratos con los novios junto a los reyes jordanos y la reina Noor más tensa que nunca. Esperemos que al príncipe Hussein se le den mejor las bodas que a su antecesor.