duras palabras

El hijo de la princesa Mette-Marit de Noruega rompe su silencio y confiesa la agresión a una joven bajo los efectos de las drogas

«Estaba intoxicado con alcohol y cocaína tras una discusión». Así ha admitido Marius Borg lo ocurrido el pasado fin de semana, cuando fue detenido por agredir a su novia.

Marius Borg, el hijo de Mette-Marit. / gtrtes

Raquel Rodríguez
Raquel Rodríguez

Mette-Marit, la princesa de Noruega, continua haciendo frente a los escándalos de drogas y fiestas salvajes de su hijo Marius Borg . Después de que el fin de semana pasado, el joven de 27 años fuera detenido en Oslo tras agredir supuestamente a una mujer que tuvo que ser hospitalizada con conmoción cerebral, una nueva polémica protagoniza a la casa real de Noruega: la confesión.

Marius Borg, primogéntito de Mette-Marit y fruto de una relación anterior a su matrimonio con el príncipe heredero Haakon, ha confesado ahora los hechos por los que estaba acusado. Con unas duras palabras y admtiendo estar bajos los efectos de las drogas y el alcohol, ha detallado lo ocurrido con un comunicado oficial enviado a la televisión pública noruega NRK.

Hasta el momento, Marius Borg, que se encuentra en libertad con cargos, se había mantenido en silencio. Sin embargo, casi una semana después de los hechos, ha preferido aclarar lo ocurrido con un contudente mensaje que ha enviado a través de su abogado: «El pasado fin de semana ocurrió algo que nunca debió haber ocurrido . Cometí una agresión y destruí objetos en un piso puesto de alcohol y de coca después de una discusión».

Marius Borg: «Tengo varias enfermedades mentales»

Reconociendo la autoría de la agresión a una joven que el califica como su novia, el hijo de Mette-Marti añade que todo se debe a los problemas mentales que sufre. «Tengo varias enfermedades mentales que hacen que a lo largo de mi infancia y mi vida adulta haya tenido y siga teniendo problemas. He luchado con el abuso de sustancias durante mucho tiempo, por lo que he estado en tratamiento anteriormente. Ahora retomaré este tratamiento y me lo tomaré muy en serio», explica.

Aún así, dice que el abuso del alcohol y sus diagnósticos no disculpan lo que ocurrió en el piso de Frogner y sentencia: « quiero hacerme responsable de lo que hice y explicarme de forma veraz a la policía». Por otro lado, sorprende que a pesar de los graves hechos, sigue llamando a la joven como novia a quien tene muy en cuenta en el comunicado: «Para mí, lo más importante es pedirle perdón a mi novia. No merecía lo que pasó esa noche, ni la presión extrema de la prensa noruega y extranjera después. Ser perseguido por fotógrafos y periodistas en un momento como este, sé que ha sido difícil de soportar».

Una foto de la familia real noruega. / gtres

Por último, Marius dedica también unas palabras de disculpas a su familia. «Sé que mis acciones os han afectado mucho», admite. Y es que, la casa real noruega se ha visto envuelta en una polémica que ha pusto en entredicho de nuevo a la princesa Mette-Marit, quien durante su noviazgo con el príncipe Haakon no fue del todo aceptada por su pasado y por tener un hijo fruto de una relación previa.

Vida nocturna y otros casos de violencia

De hecho, ha trascendido que durante estos días, Mette-Marit ha visitado a la víctima, según ha confirmado el gabinete de prensa de la casa real noruega. Según el diario 'Aftenposten', el objetivo de esta visita no habría sido interceder a favor de su primogénito, sino atenuar el impacto negativo del caso para la imagen de la monarquía.

Y es que, la royal no es la primera vez que ha tenido que hacer frente a los ecándalos protagonizados por su hijo. El joven es bien conocido por su habitual vida nocturna y no es el primer caso de violencia de género que se la atribuye. Otra de sus exnovias, Juliane Snekkestad, también afirmó en una ocasión haber sido «sometida a violencia psicológica y física».