Rose Farquhar, la ex novia del príncipe Guillermo, el día de su boda. /
Guillermo de Gales ha desoído todas las indirectas del documental de su hermano Harry y ha preferido disfrutar de una fiesta particular: la boda de su ex novia, Rose Farquhar. El príncipe quiso pasar desapercibido y se mostró serio, con esmoquin y abrigo negro. Sin rastro de estridencias, polémicas o declaraciones. Y solo. Kate Middleton no le acompañó en esta ocasión.
El hijo mayor de Carlos III y Diana de Gales ha seguido la costumbre de los Windsor: callar y seguir. Se resiste a caer en dar una imagen de vengativo o mostrar los mismos ataques de rabia que su padre.
A las puertas de unas extrañas navidades (sin su abuela Isabel II), Guillermo ha disfrutado de la celebración del compromiso de una vieja amiga. Según el Daily Mail, el sábado pasado se deslizó por la puerta trasera de la parroquia de Santa María la Virgen de Tetbury, situada en Gloucestershire (en el suroeste de Inglaterra).
En la ceremonia, el royal de 40 años vio a la que fue su primer amor formal yendo al altar con otro hombre. Aquellos años donde fueron novios estuvieron cargados tan solo de buenos recuerdos. La escritora Katie Nicholl los describe como«un romance inocente y tierno» en su libro de 2011, The Making of a Royal Romance.
Vídeo. Quiénes fueron las novias del príncipe Guillermo antes de Kate Middleton /
Cuando cortaron, Rose viajó a Nueva York, donde estudió actuación en el Instituto Lee Strasberg. Se convirtió en cantautora y apareció como concursante de La voz, en el Reino Unido, en 2016, aunque no pasó las audiciones. Actualmente, se dedica a algo completamente diferente: trabaja para el castillo de Belvoir de la duquesa de Rutland, en un puesto de desarrollo comercial.
Guillermo y Rose salieron juntos en el verano de 2000 (cuando Guillermo cumplía la mayoría de edad), pero se conocían desde la infancia. Sus familias están íntimamente unidas.
Ella es hija de Ian Farquhar, maestro de Beaufort Hunt (una de las manadas de caza de zorros más antiguas de Inglaterra) y palafrenero (mozo de caballos) de la abuela de Guillermo. El padre de la novia llegó a ser arrestado por chocar su auto cuando salía de la boda del hijo de la princesa Margaret, Earl Snowdon; pero en esta ocasión festejaron sin graves incidentes.
Aunque tuvieron una historia antes de ir a la universidad, la relación evolucionó a una amistad que perdura. Tres años después, él conoció a Kate Middleton. Y ella, con el tiempo, se enamoró de George Gemmell. En septiembre dio el anuncio de que se iban a casar. Para ese día inolvidable, Rose se decantó por un vestido blanco con una capa de piel a los hombros, con tela satinada y manga larga.
Las dos familias que se unieron eran también amigas. Ian ha adulado al futuro marido de hija ante la prensa, al Daily Mail le reconoció que «no podría ser un yerno más encantador para el futuro». Añadió que estaban «absolutamente encantados» de recibir a George, estudiante de veterinaria e hijastro del magnate de la construcción de Barbados, Sir Charles Williams, quien falleció el año pasado.
La boda removió la antigua vida de Guillermo. También estaba su novia anterior a Kate, Olivia Hunt. Ella asistió con su marido, el abogado Nicholas Wilkinson. Lo curioso es que también estaba el novio universitario de Kate, Rupert Finch, quien apareció con su esposa, Natasha Rufus Issacs.
Entre todos los fantasmas de su juventud, Guillermo se evadió de una realidad que lo mantiene tenso. Cada vez es más complicado lidiar con su hermano. Una fuente cercana a palacio le dijo a Vanity Fair que una distensión parece altamente improbable. «Hay una gran sensación de desconfianza. Por eso Guillermo no le habla a Harry, porque está nervioso de que cualquier cosa que diga pueda terminar en un libro o una serie de televisión». El heredero prefiere seguir entrando por la puerta de atrás.