Chakrasana (o postura de la rueda). /
La traducción literal de esta postura en sánscrito es «arco mirando hacia arriba». Es una de esas poses que imaginas cuando alguien te dice que hace yoga físico. En la postura, todo el cuerpo se ve como un maravilloso arco iris y tiene numerosos beneficios. Además, puede ser muy divertida de hacer, aunque requiere una gran flexibilidad y fuerza en los hombros para poder presionar los brazos completamente rectos.
Esto significa que en lugar de parecer un arco que mira hacia arriba, puedes terminar siendo un rectángulo que mira al cielo. Afortunadamente, aun así puedes obtener muchos de los beneficios de la postura con los codos y las rodillas doblados. Si el objetivo principal es alargar la columna y abrir el pecho, hay varias formas alternativas en las que puedes usar incluso accesorios para lograr esos mismos efectos sin comprometer la parte baja de la espalda. O tu propio ego.
Acuéstate boca arriba con los pies separados al ancho de las caderas y dobla las rodillas. Extiende los brazos por encima de la cabeza y dobla los codos colocando las palmas de las manos en el suelo junto a las orejas con los dedos apuntando hacia adelante. Inhala y levanta las caderas.
A continuación, exhala, haz una pausa y vuelve a inhalar. Presiona con las manos e intenta hacer una pausa con la coronilla en el suelo y los codos doblados. Si al presionar los brazos rectos notas una tensión en el cuello o la parte baja de la espalda baja, quédate ahí y no lo fuerces. La parte final consiste en estirar brazos y piernas tanto como puedas sin sufrir. Y respira para concluir.
A algunas personas les resulta útil caminar con los pies hacia atrás, hacia la cabeza. Controla la parte baja de tu espalda después de cualquier ajuste que hagas. Para bajar, mete ligeramente la barbilla, dobla los codos y vuelve a la coronilla. Baja completamente hacia la parte posterior de la cabeza y baja los brazos a los lados.
Chakrasana entra en la categoría de posturas conocidas como 'backbends', que son poses realizadas con la columna vertebral en extensión. Se dice que esta familia de poses es edificante porque abre el corazón y el pecho, ayudándote a respirar más profundo. También se cree que estimulan las glándulas suprarrenales.
La pose de la rueda también propone un estiramiento profundo de los músculos del pecho y los hombros, así como de los flexores de la cadera. También fortalece los isquiotibiales y los extensores de la columna. Y llena de fuerzas brazos, piernas y abdomen. Pero lo que es más notable es cómo mejora la flexibilidad de la columna.
Un estudio encontró que la incorporación de esta postura y flexiones hacia atrás similares en una rutina de yoga mejoraba significativamente la flexibilidad de la columna de los practicantes, todos los cuales tenían más de 50 años. ¿Creíste que solo era yoga para jóvenes? Nada de eso. Avanzas en yoga con la práctica.
También está demostrado que hacer Chakrasana aumenta la fuerza muscular después de practicar esta pose y otras de Hatha yoga e incluso hay trabajos prometedores que aseguran que entre sus practicantes puede mejorar los niveles de glucosa en sangre y la función suprarrenal.
Como ya se ha advertido, la postura de la rueda es de un nivel intermedio y no apta para principiantes. Lo cierto es que las poses más beneficiosas en el yoga son a menudo las que tienen más riesgos. Como tal, lo que realmente las hace avanzadas no son tanto los requisitos físicos, sino el nivel de cuidado que se debe emplear al hacer estas posturas.
Hay que extremar las precauciones con esta postura si se padece dolor en la parte baja de la espalda, síndrome del túnel carpiano, alta presión sanguínea, lesiones o inestabilidad del hombro, como antecedentes de dislocación. También ten en cuenta que las flexiones hacia atrás profundas, o en realidad cualquier pose con una extensión espinal excesiva, generalmente están contraindicadas después del segundo trimestre del embarazo.