El comedor de Aredna, el último restaurante de moda en el madrileño barrio de Malasaña, cuenta con una decoración sencilla que, como su cocina, trasmite calidez y autenticidad. /
Ya sea porque ha llegado ese momento del año ideal para reencontrarse alrededor de una mesa, como invitada o como anfitriona, o porque estás buscando esa experiencia culinaria que tienes que probar antes de que te la cuenten o de que desaparezca, porque ahora se lleva es la gastronomía efímera , tener en el radar lo que se mueve en la escena hostelera de Madrid es importante. Y más cuando se trata del nuevo restaurante de moda que te va a convertir en una amante de la cocina libanesa, Aredna.
Con una cocina diseñada para ser compartida, este bistró que combina sabores tradicionales libaneses con productos locales de temporada ofrece a sus comensales una experiencia inolvidable que, indudablemente, estarás deseando repetir. Porque el chef libanés Ahmad Ismail lleva a sus elaboraciones los sabores que le han acompañado desde su infancia. Y nada puede salir mal cuando se une el saber hacer de un creador experimentado en restaurantes como Fismuler o The Omar con la esencia de la cocina mediterránea más sabrosa.
Aredna, que significa «nuestra tierra» en árabe, es un delicioso descubrimiento en uno de los barrios gastronómicos por excelencia de la capital, Malasaña. Y estas son las razones por las que tú también deberías acercarte a conocerlo y disfrutarlo.
Elaborada con ingredientes sencillos pero llenos de sabor, la carta de Aredna combina lo mejor de la cultura libanesa con referencias a la gastronomía madrileña que, sin duda, además de sabrosa hacen la cocina de Ismail innovadora. Su pasión culinaria se remonta a la infancia y, en este nuevo proyecto que acaba de llegar al centro de Madrid, ha apostado por los sabores que lo han acompañado desde entonces, de especias a legumbres pasando por frutos secos.
La exquisita berenjena rustida con tahini, labhné de hierbas, encurtido de cebolla roja y sésamo del restaurante libanés Aredna. DR /
Con siete entrantes y siete platos principales en su propuesta, también es posible disfrutar de platos vegetarianos y veganos. Para arrancar esta andadura en Malasaña, Ismail ha creado versiones adaptadas de recetas tradicionales del Líbano como el hummus con chistorra y piparra, toda una exquisita sorpresa, o un baklava de carne especiada y melaza de granada que rompe con la tradición dulce.
La berenjena rustida con tahini, labhné de hierbas, encurtido de cebolla roja y sésamo, inspirada en la infancia de Ismail, es una excelente forma de arrancar un encuentro gastronómico con amigos o familiares. Su comedor, con mesas para diferentes tamaños de grupos, es un acogedor lugar de decoración sencilla en colores terracota y elaborada en barro que, sin duda, trasmite calidez y autenticidad, elevando la experiencia gastronómica.
La muhamarra de calabaza asada, pimientos de cristal, confit de ajo y nueces, el brioche relleno de shawarma de pollo, pepino encurtido, emulsión de pimentón y majado de hierbas o el steak tartar kibbeh al estilo Aredna son otras de las elaboraciones de este restaurante en el que la cerveza y el vino blanco son los maridajes ideales para redondear el disfrute culinario.
El contramuslo de pollo de corral marinado en siete especias árabes, uno de los platos principales de Aredna, una de las últimas aperturas del barrio de Malasaña. /
El pulpo con babaganoush y encurtido de coliflor, el kafta de cordero, tomate y cebolletas o el contramuslo de pollo de corral marinado en siete especias árabes, ideal para compartir y comer con la mano, son otros de los platos principales que encontramos en la carta de Aredna, que próximamente incorporará a sus propuestas uno de los productos estrella de la temporada, las setas.
Esta deliciosa inmersión en la cocina libanesa no estaría completa sin los postres, que van desde el shoayhiyet rellenos de crema de ricotta, azahar y pistachos al kunafa de queso con pasta kataifi con toque de azafrán y helado de mantequilla tostada, pasando por su delicado milhojas de pistacho y rosas. Los helados son otra opción de postre y al sabor ya mencionado hay que añadir el de pistacho, almendra, aceite de oliva, mora y yuzu. Una experiencia para chuparse los dedos que estarás deseando repetir.