Francesinhas, fusión Luso Nipona y pescado

Oporto: lo que tienes que ver (y comer) en la escapada de fin de semana que te mereces antes de las vacaciones

La ciudad lusa es un destino ideal para un viaje con amigos o en familia, con visitas llenas de encanto y una deliciosa gastronomía en la que el producto del mar es el exquisito protagonista.

El rooftop con piscina del Vincci Bonjardim, un hotel perfecto para una escapada de fin de semana en Oporto. / DR

Aloña Fdez. Larrechi
Aloña Fdez. Larrechi

Aunque los destinos de playa son los favoritos a la hora de elegir un lugar en el que disfrutar de nuestras vacaciones, lo cierto es que el verano es una época perfecta para organizar una escapada de fin de semana. Y entre las ciudades de moda que tienes que visitar y descubrir paso a paso está, por varias razones, Oporto.

Y es que la ciudad lusa a orillas del río Duero es un lugar mágico que se disfruta más en esta época del año, gracias a su singular emplazamiento y el buen tiempo. Su cercanía, sus conexiones aéreas o la facilidad con la que se llega en coche y la hermandad que nos une al convivir en un entorno cercano son algunos de los encantos de Oporto, donde el turista no tarda en sentirse como si estuviese en su propio país.

Así que si todavía tienes huecos libres en tu agenda, buscas un destino en el que vivir momentos inolvidables con tus amigas o, simplemente, estás deseando conocer esta ciudad que te conquista cuando la visitas, toma nota porque estas son nuestras recomendaciones a la hora de viajar a Oporto.

El lujo de estar en casa

Con el modo de transporte elegido y las fechas señaladas en rojo en nuestra agenda, el siguiente paso a la hora de visitar Oporto es escoger un buen alojamiento que nos permita disfrutar la ciudad cómodamente. O todo lo cómodamente que puede permitirnos sus archiconocidas cuestas y escaleras, que sin duda contribuyen a añadir encanto a las fabulosas vistas que se disfrutan por toda la ciudad.

El hall del Vincci Bonjardim, un hotel cuya ubicación lo convierte en una opción perfecta a la hora de descubrir la ciudad de Oporto. / DR

El Vincci Bonjardim (R. do Bonjardim, 567) cumple con estos requisitos sobradamente, en primer lugar porque se encuentra a cinco minutos de la estación de Trindade, a la que podemos llegar en 20 minutos desde el aeropuerto o la estación de tren. Inaugurado hace cuatro meses, este encantador hotel de 4 estrellas apuesta por los colores vivos, los mosaicos portugueses y los mármoles naturales para crear estancias llenas de encanto, tanto en los espacios comunes como en sus habitaciones.

Ciento cuatro estancias diseñadas para el descanso tras un día recorriendo la ciudad, en las que visitas obligadas podemos encontrarlas muy cerca. Como el recientemente rehabilitado Mercado de Bolhao, un espacio dedicado a la gastronomía y la artesanía lusa en la que lo que menos importa es que te pierdas. Porque no te faltarán propuestas gastronómicas interesantes que probar y accesorios para tu cocina que querrás comprar.

El Terraço do Jardim, el restaurante del rooftop del Vincci Bonjardim, ideal para conocer su cocina de vanguardia. / dr

La Iglesia y la Torre de los Clérigos, la afamada librería Lello o la preciosa estación de Sao Bento son otros de los lugares que no podemos dejar de descubrir en nuestra escapada a Oporto, al igual que la instagrameable fachada de la Capilla de las Almas o la Rua Santa Catarina, vibrante y llena de encanto.

Si queremos disfrutar un poco más del Vincci Bonjardim, donde la atención al huésped es siempre impecable, podemos acercarnos a su propuesta líquida en su Onda Bar, en el que también es posible tomar un aperitivo y probar sus bolas de Berlín saladas o subir a su azotea, que cuenta con excelentes vistas además de solárium, piscina y zona chill out. O podemos dejarlo para la hora de cenar y disfrutar de un precioso atardecer y su restaurante Terraço do Jardim.

El risotto de setas trufadas, uno de los platos más deliciosos del Terraço do Jardim. / dr

Un espacio gastronómico en el que tradición y vanguardia se dan la mano en una carta en la que podemos degustar platos como el tartar de salmón y mango, tres risottos diferentes con las verduras como protagonistas, originales ensaladas o hamburguesas a la última. La opción perfecta para disfrutar de la gastronomía portuguesa a la última sin salir del refugio en el que se convertirá para nosotros el Vincci Bonjardim.

Japón y Portugal, unidos por su amor al mar

A la hora de planificar los restaurantes que queremos visitar, y las tradiciones gastronómicas que queremos llevarnos al paladar, las posibilidades son muchas y muy variadas. Pero tan importante como los clásicos, son las últimas incorporaciones a la oferta gastronómica de Oporto. Y aquí Kaigi (R. de Eugenio de Castro, 226) juega un papel esencial si queremos tener presente el amor portugués al producto del mar pero con personalidad propia. Esa que le da su capacidad para fusionarse con la tradición culinaria nipona.

El tomate escabechado con caballa, el exquisito comienzo del omakase de Kaigi. / DM

Situado en el noroeste de la ciudad, (y aunque no esté a mano prometemos que la visita merece la pena), este restaurante japonés lleva un año haciendo las delicias de los amantes del buen producto y las mejores técnicas. Nuno Brás, con experiencia en cocinas niponas, es el responsable de su exquisita propuesta gastronómica. Platos que, según él mismo, son posibles porque « la cocina japonesa y portuguesa tienen muchas cosas en común».

A la hora de llevar estas semejanzas a sus elaboraciones, Brás señala que «siempre tenemos en mente respetar ambas culturas y por eso el resultado es una buena fusión». Le acompañan en la tarea Pedro, con el que comparte barra y elaboraciones, y Sara, que desde que el comensal entra por la puerta se encarga de hacerle sentir como en casa.

Con una barra omakase para 16 comensales en la que podemos disfrutar del mejor producto local de temporada, también elaboran su propio Ponzu y traen de Japón el wasabi. Todo lo necesario para proporcionar al comensal una experiencia inolvidable que arranca en esta época del año con algo tan sencillo, y tan exquisito, como unos tomates escabechados con caballa.

La ternera estofada con ensalada de zanahoria del Algarve de Kaigi, un plato sorprendente y delicioso en el que es irresistible mojar con el pan de leche japonés que lo acompaña. / DM

A partir de ahí, la satisfacción llega al paladar gracias a sus intensos ahumados, su depurada técnica, un producto cuidadosamente escogido y muchas ganas de sorprender. Porque su ternera estofada con ensalada de zanahoria del Algarve y pan de leche japonés es una excelente muestra del sobresaliente resultado de su interés por acercar Japón a Portugal sin olvidar sus raíces.

Cocina portuguesa: rica, familiar y asequible

Otras propuestas que merece tener a mano a la hora de visitar Oporto, y decantarnos por los clásicos de la cocina portuguesa, son los pollos de Pedro dos Frangos (R. do Bonjardim, 223), en el que de una forma muy asequible podremos disfrutar de la tradición lusa entorno a esta socorrida ave, y de otros platos que se distinguen por lo casero de su elaboración.

O la francesinha de Francesinha Café (Rua da Alegría, 946), el plato estrella de la cocina portuense en el que se fusiona carnes, pan, queso y una exquisita salsa. El resultado en este restaurante coqueto y de ambiente familiar es, según el chef y propietario Fernando Cardozo, « la mejor franceshina del mundo». No he probado más, pero opino que Cardozo no va muy desencaminado.

Vista de Oporto desde la orilla oeste de la ciudad, una zona repleta de bodegas del vino al que la ciudad da nombre. / DM

No podemos dejar Oporto sin cruzar el Puente Don Luis I, por la pasarela inferior los amantes de la ingeniería y la fotografía, por la superior para los que saben apreciar unas buenas vistas, para descubrir qué hay al otro lado del Duero. Un entorno que se siente más cercano al río, y también más respetuoso con su naturaleza, pero que no se escapa a las posibilidades que ofrece el turismo, con restaurantes y sus imprescindibles bodegas de Oporto. Ideales para quienes quieran acercarse a esta tradición vinícola ya sea para llevársela a casa o para sentarse a disfrutar de una sabrosa degustación.

A la hora de degustar la cocina portuguesa más tradicional y marítima, en Casa Dias (Avda. de Ramos Pinto, 242) nos encontraremos con un espacio y un servicio familiar en el que el pescado es la base de su carta. En la terraza o en su modesto interior, sus croquetas de bacalao, su dorada a la plancha o su bacalao encebollado son algunos de sus platos tradicionales caseros que no puedes dejar de degustar antes de que termine tu escapada a Oporto. Y, como nos ha pasado a tantos, ya estés deseando volver.

20 de enero-18 de febrero

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