Álvaro Castillejo el día de su boda junto a su tía Isabel Preysler, que ejerció de madrina. / gtres

EL SOBRINO FAVORITO

Confidencias con Álvaro Castillejo: su relación con su tía Isabel Preysler, su opinión sobre Íñigo Onieva y la boda de Tamara

Nos reunimos con Álvaro Castillejo, sobrino de Isabel Preysler, en el renovado Ayala Polo Club de Sotogrande, donde realiza labores de marketing y relaciones públicas, para hablar de su faceta profesional y personal.

El día que Álvaro Castillejo compareció en MasterChef Celebrity para apoyar a su prima Tamara Falcó, su imagen pública alcanzó una dimensión enorme. La millonaria audiencia que acabaría consagrando como ganadora a la actual marquesa de Griñón descubría entonces al que es uno de sus primos favoritos, también su gran confidente, y reparó desde los ángulos más insospechados, como él nos cuenta con humor, en el encantador hijo de Beatriz, hermana menor de Isabel Preysler, que falleció prematuramente de un cáncer en 2011 a los 53 años, y del ex jugador de polo Luis Castillejo Cacho.

«Cuando Tamara me pidió que fuera al programa no tenía ni idea de que era la semifinal, ni qué iba a pasar, ni en la repercusión que iba a tener. Yo de los cotilleos de la familia me entero por vosotros, porque estoy a otras cosas. De repente me di cuenta de lo que significaba. No lo había pensado ni dado una vuelta antes de aceptar. Me hace mucha gracia porque luego empezaron a sacarme historias: que si me parecía a Nadal, que si a Felipe González de joven… Lloraba de la risa por el ingenio de la gente», nos relata.

«Para mí Tamara es como mi hermana. Tamy es el cariño y la esencia en persona, es increíble. En MasterChef Celebrity descubrieron cómo es ella de verdad, de espontánea, siempre con la sonrisa. Ya le queda poco para casarse», nos deja caer un guante que nosotros recogemos encantados, porque no es uno de esos entrevistados que rehúsen las preguntas personales. «Estuve en su fiesta de pedida del pasado fin de semana y fue preciosa, lo pasamos muy bien», nos desvela sin entrar en pormenores.

Cuando le recordamos que al producirse la ruptura entre la marquesa de Griñón e Iñigo Onieva él se posicionó muy a favor de ese paso, contesta con mucho criterio que «en ese momento había que apoyar a la familia, porque además ella tenía razón, pero Íñigo se siente mal por lo que hizo, ha reconocido su patinazo. ¡Cuánta gente patina! Lo que pasa que esto, al ser mediático, tomó unas dimensiones bestiales y fue todo un show. La gente se equivoca, las cosas pasan, ella está feliz, también él. Eso es lo que importa. Los protagonistas son ellos ahora, los que se casan son ellos y allí estaremos para apoyarles«.

Vídeo. Quién es quién en la familia de Isabel Preysler / mujerhoy

¿A qué se dedica Álvaro Castillejo, el primo favorito de Tamara Falcó?

Resulta inevitable que el gran bagaje adquirido desde su infancia al lado de su padre, acabara ligándole al Ayala Polo Club de Sotogrande, donde cada año se juega el ahora tercer torneo más importante del mundo, en estrecha competencia y fair play con otras catedrales de este complejo deporte equino como Argentina, Estados Unidos y Reino Unido. Álvaro Castillejo desempeña labores de marketing y relaciones públicas en este prestigioso club del que es director general Antonio Alés, con quien trabaja codo con codo para seguir dando pasos en pos de la excelencia.

Este año nada menos que se celebrarán en el club nueve torneos repartidos en cinco meses, entre mayo y septiembre, en sus siete canchas de primerísimo nivel, donde competirán los jugadores más importantes del mundo, que, ante nuestra insistencia, nos deslizan durante nuestro almuerzo, aunque preferimos no hacer spoilers por si surge algún imprevisto.

Álvaro Castillejo en el Ayala Polo Club de Sotogrande / DR

Fue hace dos años cuando contactaron a Álvaro Castillejo por primera vez para ofrecerle este puesto, pero tuvo que rechazar la propuesta, pues estaba volcado en sus dos empresas madrileñas de restauración: Red Project Sushi, especializada en el delivery («aunque lo estamos llevando cada vez más al presencial»), y el restaurante Zeitaku («es de alta cocina japonesa y está funcionando muy bien»), situado frente a El Retiro. Además, su compañía se encarga del catering de la zona vip del Real Madrid, lo que ha determinado la distribución de fuerzas y recursos entre sus apuestas gastronómicas.

«Al comenzar con la gestión del club, me llamó Paola Zóbel (vicepresidenta de Ayala y nieta del fundador de Sotogrande, Enrique Zóbel), pero entonces me resultó imposible. No había forma humana de que pudiera venir aquí y me dio mucha rabia en ese momento porque es un sitio maravilloso. Al ver en noviembre que podía dejar a mi socio la gestión de la restauración les dije que si les apetecía me venía con ellos y aquí estamos», nos cuenta.

Fue entonces cuando se alienaron los astros para que pudiera finalmente vincularse al club, donde está encantado, como él mismo nos relata: «Lo estoy llevando muy bien, porque tengo un arraigo seminatural aquí. Estaban buscando una persona con un perfil muy específico, que conociera el entorno de Sotogrande, del pueblo, que tuviera contacto con los medios y con lo que sucede en Madrid. Mi trabajo consiste en comunicar lo que hacemos el club, trabajar todo el tema de patrocinios, los sponsors y las relaciones públicas, y estoy encantado».

Álvaro Castillejo junto a su mujer, sus primas Tamara Falcó y ana Boyer, y sus parejas, Fernando Verdasco e Iñigo Onieva. / instagram

Los vínculos afectivos de Álvaro con la familia Zóbel vienen por vía paterna, como recordamos con él: «Mi padre y el de Paola (Íñigo Zóbel, presidente de Ayala y quien puso en marcha el Ayala Polo Club, haciendo así realidad el sueño de su padre, Enrique) fueron muy amigos desde la infancia y también conocía a su abuelo, Enrique. Con Paola me he llevado fenomenal desde pequeñitos y podemos decir que hablamos de dos familias que han tenido mucho arraigo desde generaciones atrás».

Hay quienes consideran que mezclar lazos afectivos con profesionales pueden suponer un riesgo, pero Álvaro Castillejo no lo estima así: «Creo que no. Si la gente pone corazón, empeño y buen hacer las cosas salen bien. Me considero un buen profesional y ellos también lo son. Si ahora estamos hablando de trabajo y después nos vamos a tomar cañas tenemos que dejar atrás lo que hemos hablado antes a nivel profesional. En una organización tan grande como esta te tienes que rodear de gente de la que te fías, a la que conoces. Llega un punto incluso en el que puedes intuir lo que desean y hacer las cosas antes de que te las planteen».

Álvaro se ha organizado para no desatender sus obligaciones en la exclusiva urbanización gaditana y en Madrid. De hecho, pasa varios días a la semana en casa de su suegro en Marbella, una ubicación ideal por su cercanía a Sotogrande: «Me quedo en casa de mi suegro dos o tres días a la semana, porque tardo veinte minutos en llegar aquí. También tengo mis reuniones en Madrid, que generalmente suelen ser los lunes, jueves y viernes, y me queda el fin de semana para descansar».

Pese a ser hijo de un notable jugador de polo, Álvaro no se ha dedicado profesionalmente a ello («me subía al caballo y le pegaba un poco a la bocha, pero nada más»), pero sí ha atendido sus consejos profesionales. Además, «aunque ahora vive en Filipinas, viene a Sotogrande casi todos los veranos y disfruta como un enano, sale de un círculo de confort para meterse en otro».

La vida de Álvaro Castillejo, marcada por la trágica muerte de su madre

Más allá del éxito profesional, debemos poner el foco también en lo personal. Para Álvaro fue un golpe durísimo la pérdida de su madre, pero en todo momento estuvo arropado por el resto de su familia, entre ellos su tía, Isabel Preysler, que ejerció como una segunda madre para él, y su abuela, Betty Arrastia, que falleció el 22 de agosto de 2021, a los 98 años. Unos claros referentes en valores, que siempre tiene muy presentes. «Mi madre, la pobre, falleció por culpa de un cáncer en 2011 y mi tía Isabel lo ha sido todo para mí, por eso también fue la madrina de mi boda. Es el familiar más directo que tenemos en Madrid mi hermano y yo y estuvo siempre pendiente y encima de nosotros», asegura.

Álvaro Castillejo junto a su tía, Isabel Preysler, que fue su madrina de bodas.

«Yo tenía 24 años entonces, ya una edad considerable, pero da igual la edad que tengas, la falta de una madre siempre será la falta de una madre. Se nota su ausencia. Es ley de vida», afirma, pero, cuando subrayamos que Beatriz Preysler tenía solo 53 años, nos contesta que «las cosas pasan y tocan, no puedes estar todo el rato pensando qué pena, pasó y ya está. Es horrible, pero hay que seguir».

«Me considero una persona muy sencilla, muy llevadera, muy fácil, y eso lo he tenido en común con los dos, con mi madre y con mi padre. No tengo problemas con nada nunca y me gusta agradar a las personas. Sonreír es gratis y la gente no se da cuenta de eso, es una cosa muy importante que a veces hay quien no pone en práctica o no lo valora, no son conscientes de ello», añade, precisamente, sonriendo, después de haber tocado un tema tan sensible como la pérdida de su madre.

Álvaro Castillejo está muy unido a su hermano menor, Diego, y se le ilumina la cara al hablar de él: «Es una máquina, es completamente opuesto a mí (en cuanto a carácter). Es una persona súper trabajadora, súper estudiosa, muy muy formado. Está trabajando en Indra, destinado en Filipinas, y es un ejecutivo muy top con solo 34 años. Además, ya tiene una hija. Yo tengo 37, pero parezco el hermano pequeño por mi forma de ser».

Cuando tiene ya muy cerca la boda de su prima Tamara (apunten: el 8 de julio en El Rincón, la finca que todos conocen especialmente por el reality de Netflix La marquesa), abordamos con él la suya, muy reciente aún en las retinas de los consumidores de crónica social. Un enlace por todo lo alto que se hizo esperar.

Quién es y a qué se dedica Cristina Fernández de Torres, la mujer de Álvaro Castillejo

Fue precisamente la pandemia lo que impidió que se casara con Cristina Fernández de Torres cuando lo tenían previsto. Finalmente, tuvo lugar el 9 de julio del año pasado en Sotogrande, un cónclave familiar en el que se dieron cita también grandes amigos como Luis Alfonso de Borbón y su mujer, Margarita Vargas, y la diseñadora Vicky Martín Berrocal.

«Tengo recuerdos maravillosos de ese día. Suena mal que lo diga yo, pero fue espectacular y lo pasamos de maravilla. Cristina y yo lo recordamos con muchísimo cariño. Disfrutamos hasta el último minuto. Fui muy consciente de que me estaba casando, de que era nuestro día y de que tenía que disfrutarlo. ¡No te puedes imaginar el despliegue que hizo Cristina! Le faltó contratar un satélite de la NASA para grabarla», nos dice entre risas.

Álvaro Castillejo y su esposa, la periodista Cristina Fernández de Torres.

Cristina Fernández de Torres es licenciada en Periodismo y estudia Derecho, pero además se especializó en consultoría de imagen y comunicación política, lo que explica su posterior evolución profesional, respaldada por su gran formación. Tras dejar su impronta en diversas áreas de comunicación del Partido Popular, desde mayo de 2021 trabaja en el Gabinete de la Secretaría General de esta formación política.

«Hablamos mucho de trabajo, porque nos gusta. Cristina es una gran profesional, que sabe de lo que habla, siempre lo hace con mucho criterio. Está compaginando su trabajo en el Congreso con la carrera de Derecho en la UNED. Comentar con ella las cuestiones laborales me da un punto de vista diferente y es muy enriquecedor».

«Cristina estudió Periodismo en el C.E.U. de San Pablo, pasó por el Thyssen y por el diario Sur, pero descubrió que había unas prácticas en el Partido Popular y se apuntó. Ahí se metió y once años después ahí sigue. La política le atrapó y le gusta. Ahora está encantada con el grupo parlamentario», nos cuenta, con satisfacción. «Es un trabajo que requiere mucha dedicación y gestionar alguna que otra crisis», concluye con humor.

¿ La paternidad entra en sus planes a corto plazo? Pue parece que no: «No estamos en ello, me apetece, no tengo prisa, pero vamos a esperar un poquito, quiero que se asiente todo. Llevo dos años muy sacrificados en los restaurantes, ahora con este trabajo, que cuando pase el torneo de polo en septiembre estaré un poco más relajado, viajaremos un poco más… Porque no os fieis de lo que veis en el Instagram de Cristina, que va un par de días a un sitio y le saca un partido en las fotos que parece que ha estado un mes».