Paloma Cuevas podría irse a vivir con Luis Miguel a una impresionante mansión en La Finca. /
Si hay un personaje sobre el que cada poco surgen leyendas urbanas e informaciones contradictorias ese es Luis Miguel . Por decisión propia, ya que el astro mexicano se ha caracterizado a lo largo de su brillante carrera (con algunos baches tenebrosos) por la opacidad en lo que respecta a su vida privada .
Hace unos días se daba por hecho que Luis Miguel pasaba sus estancias en Madrid a medio camino entre el hotel Rosewood Villa Magna de la Castellana, en una suite de lujo, y una urbanización cercana a La Finca , aún más elitista. Ahora, es la revista Semana, con documento gráfico de un beso entre ambos en su portada, lo que viene a significar que su relación con Paloma Cuevas se consolida, la que afirma que el intérprete de No culpes a la noche y México en mi piel se ha instalado en la mencionada urbanización que tiene entre sus prioridades la privacidad de sus inquilinos.
La empresaria Paloma Cuevas ya sabe lo que es vivir en esta exclusivísimo Wisteria Lane (los familiarizados con la serie Mujeres desesperadas lo entenderán), porque después de separarse de Enrique Ponce decidió establecerse en la mansión que se construyeron en la parcela de 3.600 metros cuadrados que les había regalado el padre de ella, el ganadero Victoriano Valencia. Consta de 645 metros cuadrados, el máximo que permite la normativa de la urbanización, y una piscina privada, y se trasladó a ella desde el céntrico piso de Madrid en el que vivía el matrimonio con sus hijas y que se ha quedado el torero en el reparto del divorcio.
Conviene recordar que entre los vecinos que tienen Paloma Cuevas y Luis Miguel, que, como todo parece indicar, residirán en viviendas separadas, como hicieron en sus tiempos Mia Farrow y Woody Allen en Nueva York, debemos destacar al matrimonio formado por Luis Alfonso de Borbón y Margarita Vargas Santaella , duques de Anjou. La hija del millonario venezolano Víctor Vargas Irausquín es una de las amigas más fieles de Paloma y en ella encontró refugio cuando saltó a la luz la relación extramatrimonial de Ponce con Ana Soria.
El vaivén de habitantes de La Finca es habitual, pues las cifras de alquiler o compra no están al alcance de todo el mundo y muchos de sus moradores han sido futbolistas que, una vez terminados sus contratos en España, han abandonado esta urbanización que hunde sus raíces a finales de los años 80, cuando un pinar situado junto a Somosaguas fue recalificado, primero para dar cobijo a un campo de golf y posteriormente para destinarlo a uso urbanístico residencial.
El empresario Luis García Cereceda vendía en el año 2000 unas 1000 hectáreas de terreno a dos inmobiliarias que dieron pie a esta urbanización que nacía con unas premisas muy claras y sobre las que no han hecho excepciones. Era crucial lograr a cualquier precio la intimidad y la seguridad de sus habitantes, no en vano cuentan con cámaras de seguridad, detectores de infrarrojos y patrullas durante 24 horas. Además, para acceder a la misma, se debe contar con la invitación expresa de alguno de sus habitantes.
En aquel entonces, las viviendas, buscando una uniformidad estética, solo podían ser construidas por A-cero, el estudio de arquitectura de Joaquín Torres, que optó por un estilo en el que primaban el hormigón y las grandes cristaleras, considerado entonces el epítome de la modernidad. Se buscaba cierto minimalismo y la funcionalidad, frente a otros estilos más barrocos o clásicos que quizás no parecían coincidir con los gustos de los que allí acabaron viviendo.
La urbanización está estructurada en tres zonas que también evidencian la diferente capacidad adquisitiva de sus habitantes. La conocida como Los Lagos I (hablamos de lagos artificiales, por supuesto) cuenta con chalets y mansiones que pueden valer más de 10 millones de euros y por los que se puede pagar un alquiler muy superior a los 20.000 euros mensuales. La siguiente categoría está bautizada como Los Lagos II, donde nos encontramos chalets adosados o pareados. Por último, Prado Largo, al sur de la urbanización, dispone de pisos y áticos de grandes dimensiones, pero a precios más asequibles.
El vecino más pionero de la urbanización fue Raúl, el emblemático futbolista del Real Madrid, que apostó por ella cuando estaba muy lejos de ser la realidad actual. Después llegaron otros como Iker Casillas y Sara Carbonero, que vivieron allí los mejores años de una historia de amor que llegó a su término cuando estaban establecidos en Oporto. La lista se amplia con otros deportistas como David Villa, Fernando Torres o Sergio Ramos y Pilar Rubio, establecidos ahora en París, pues él milita en las filas del París Saint Germain.
Alejandro Sanz también fue uno de los propietarios en La Finca, pero vendió su chalet a otro madridista, Eden Hazard, en 2019, Borja Thyssen, que tiene residencia fiscal en Andorra, pasa algunos días al año en su su casa de la urbanización de Pozuelo de Alarcón, con su mujer, Blanca Cuesta y sus hijos.
También allí vive Simeone, entrenador del Atlético de Madrid, y su mujer, Carla Pereyra. La televisiva Cristina Pedroche y el chef David Muñoz decidieron hace un año, dejar el centro de Madrid para emprender un nuevo tipo de vida en esta urbanización de lujo. Y si te estás preguntando cómo es una de estas casas por dentro, no tienes más que ver el realitiy Yo soy Georgina de Netflix donde se muestra la mansión de Cristiano Ronaldo y su pareja con todo detalle: 7 habitaciones, 9 baños, dos piscinas, una de ellas cubierta, sala de billar y lujo en todas las acepciones de la palabra.