MARIDO INFIEL, AMANTE COBARDE La trágica vida de Patricia Neal, la estrella de Hollywod que se casó con Roald Dahl y sobrevivió a las graves secuelas de un coma

La actriz Patricia Neal ha llegado a lo más alto de la fama, con un premio Oscar, y ha superado los inconvenientes más duros, desde el fallecimiento de su primera hija hasta un coma de tres semanas: tuvo que aprender a caminar y hablar.

Patricia Neal y su entonces marido, Roald Dahl. / getty

Claudia Vila
Claudia Vila

Patricia Neal fue cautivadora y melancólica. Nacida en 1926 en Kentucky, probó la felicidad. Fue ganadora y nominada en los Premios Óscar, Globos de Oro y BAFTA, entre otros; se enamoró profundamente de Gary Cooper; se casó con el escritor Roald Dahl y tuvo cinco hijos que la colmaron de ilusión: Olivia, Theo, Tessa, Ophelia y Lucy. Incluso sus descendientes han entrado en el mundo royal, en la familia de Noor de Jordania (con el mismo estilo que Grace Kelly ).

Era una actriz embrujada por un éxito envenenado. Pasó su vida obnubilada por Gary Cooper, a pesar de que durante su romance de tres años él estaba casado (y tenía una hija). Juntos protagonizaron la película El Manantial (1949) y en su idilio se quedó embarazada.

Ocurrió una de las mayores tragedias de su vida, de la que se arrepintió hasta su muerte, a los 84 años. Tuvo que abortar por motivos ajenos a su voluntad. «Si hubiese una sola cosa que pudiese hacer de nuevo, sería tener ese niño», aseguró. Habían pasado tres décadas y aún se le caían las lágrimas en la soledad de su cama, antes de dormir.

A los 21 años se zambulló en el mundo del espectáculo en el dram a Another Part of the Forest. Triunfó, ganó un premio Tony (el premio más relevante en el mundo del teatro estadounidense). Se atrevió a dar el paso al cine en 1949 en la comedia John Loves Mary.

Comenzó una extensa carrera por la que luchó con constancia. Su papel con Cooper la hundió. «Fue el final de mi carrera como una segunda [Greta] Garbo», llegó a asegurar la actriz. En realidad, fue el comienzo de una lucha incansable, coronada con su participación en más de 15 películas (entre ellas, Desayuno con Diamantes).

Patricia Neal y Gary Cooper en 'El manantial'. / getty

Mientras trabajaba, su vida privada la arrastraba al abismo. Vio morir a su hija mayor por encefalitis, a sus 7 años. Sufrió dos infartos cerebrales. Estuvo en coma tres semanas. Y despertó con afasia, visión borrosa y parálisis parcial.

Catorce días después de una operación de siete horas, el neurocirujano le dijo a Roald Dahl que su esposa viviría. «No estoy seguro de si le he hecho un favor o no», reconoció. Tuvo que aprender a hablar y andar, y demostró que su vida merecía el esfuerzo.

Cómo fue la relación de Patricia Neal y el escritor Roald Dahl

Patricia ha llegado a confesar que se casó sin estar enamorada con el escritor de Charlie y la fábrica de chocolate y Matilda. «Después de seis meses de matrimonio, casi rompemos. Yo era una típica esposa estadounidense. Peor aún, yo era una actriz de Hollywood mimada. Nunca le preparé el desayuno», confesó.

Aun así, mantuvieron una intimidad que sobrevivió a los dramas durante 30 años. Desde la boda, en 1953, el ex piloto de combate consiguió facilitar la rutina de Patricia. Cuando su hijo de cuatro meses, Theo, fue aplastado en su cochecito entre un taxi y un autobús, se volcó para que se recuperara. Decidió irse a un pueblo con su familia. Dos años después, él ya estaba sano, pero murió su primogénita, Olivia.

La relación de la pareja era fragosa, oscura e incierta. Desde fuera, Roald era un hombre entregado a la recuperación, aunque con métodos crueles. La presionaba para caminar, le apartaba objetos hasta que lograra pedirlos y le organizaba horas de terapia, según el New York Times.

Patricia Neal sobrevivió a dos infartos cerebrales. / getty

Para los seguidores de Patricia, Roald era el hombre cariñoso que le acompañaba. Ella se dejaba cuidar. En 1965, se recuperaba de los ataques y vivía uno de los momentos más desafiantes de su vida. Parecía un personaje ideado con su marido, con su barriga de embarazada (estaba encinta de su hija menor, Lucy), un aparato en la pierna y un parche en el ojo.

La ganadora del Oscar a la Mejor actriz por Hud, el más salvaje entre mil (1963) se recuperó casi milagrosamente. Ella misma dijo que el daño ocular se resolvió de manera tajante, gracias al... Alcohol. «Di un sorbo, me quité el parche y nunca más volví a ver doble», declaró en una entrevista casi 30 años después.

Roald se tomó la libertad de decidir que su esposa ya estaba recuperada y podía volver a su vida social. En 1967 anunció que estaba lista para dar un discurso memorizado. Ella, aterrorizada, lo recordaría en su biografía As I Am (publicada en 1988 y escrita con Richard DeNeut): «Supe en ese momento que Roald el negrero, Roald el bastardo, con su azote implacable, Roald el podrido, como lo había llamado más de una vez, me había arrojado de nuevo a las aguas profundas. Donde yo pertenecía».

La actriz retomó su profesión, pero su culmen de protagonismo (sin quererlo) llegó 1981. Se estrenó La historia de Patricia Neal, sobre los secretos de la estadounidense y su marido. La película, interpretada por Glenda Jackson y Dirk Bogarde, ahondaba en la tumultuosa historia.

Patricia se divorció dos años después. Había descubierto el horror, que su esposo tenía una aventura duradera con una de sus mejores amigas, Felicity Crosland (luego se casó con ella). Tras tres décadas de matrimonio, le quedaban pocas palabras amables para su compañero, solo reconocía su talento extraordinario: «Es un ser arrogante, grosero, desleal e infiel que llegó a menospreciarme».

Cuál es la relación de Patricia Neal con Noor de Jordania

Las vivencias de Patricia marcaron la vida de sus hijos. De los cuatro que quedan con vida, Tessa ha sido la que ha ganado más popularidad como periodista y escritora. Y, a su vez, su hijo Ned Donovan ha llegado a elevar esa popularidad a los niveles royals.

El nieto de Patricia Neal y Roald Dahl casó en 2020 con la princesa Raiyah bint Al-Hussein. Se enamoró de la última de los cuatro hijos que la reina Noor de Jordania tuvo con Hussein II. Se comprometió y se convirtió al islam.

Su abuela también vivió su espiritualidad intensamente. Se llegó a decir que estuvo a punto de meterse a monja. «Muy a menudo, se ha comparado mi vida con una tragedia griega», describió en sus memorias. «La actriz que hay en mí no puede rechazar esa comparación».

Ella misma ha avivado sus mitos. Contaba que había estado a punto de morir por el corazón roto. Lo que le salvaba era su cabezonería. «La terquedad te ayuda a superar los malos momentos. No te rindas», recomendaba.

Gary Cooper fue un gran amor de la vida de Patricia Neal. / getty

Murió en 2010 por culpa de cáncer de pulmón y, la noche antes de su fallecimiento, cenó con sus hijos y brindó con sus seres queridos. Concluyó la velada con una de las mejores frases para despedir la vida: «Ahora me gustaría irme a la cama».

Han pasado 13 años desde aquel día en que la actriz dejó atrás una vida fascinante y la estela de su trabajo. En internet todavía se comparte un vídeo de tomas falsas de su película con Gary Cooper. En la escena captada por la cámara, Patricia aparece tumbada y le toca el pecho al actor, que se lanza a darle un beso. Están cerca el uno del otro y ella esboza una sonrisa que a él le distrae. Gary se separa, echa la cabeza hacia atrás (en un gesto de desesperación), y ella le abraza. Se equivocan porque se salen del guión, y relevan que son verdaderamente dos amantes.

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