43º Aniversario
Diana de Gales y Carlos de Inglaterra el día de su compromiso. /
El 24 de febrero de 1981, hace 43 años, se llevó a cabo el anuncio oficial del compromiso entre Carlos de Inglaterra , entonces príncipe de Gales, y Diana Spencer , hija de padres divorciados y perteneciente a una familia de aristócratas. Al principio, la sociedad inglesa vivió este romane como una especie de cuento de hadas –había muchas ganas de que el heredero al trono se casara «bien»–, pero lo cierto es que esta pareja estaba condenada al fracaso.
Desde los primeros días posteriores al anuncio del compromiso de la pareja, a la que les separaban 13 años, la conexión entre ambos era difícil de percibir. Diana, una joven muy tímida y de mirada melancólica contrastaba mucho con el carácter fuerte y decidido de quien sería futuro rey de Inglaterra. Y la química entre ambos era, como decimos, bastante escasa.
Muy significativa fue la entrevista que la pareja dio a la cadena de televisión pública británica, la BBC, con motivo de su compromiso. Carlos sorprendió a todos reconociendo que estaba «francamente sorprendido» de que Diana estuviera dispuesta a casarse con él, y Diana solo pudo responder con una mirada tímida y un «es bastante increíble» al surrealista comentario de quien iba a ser su futuro marido. Otra frase memorable de aquella entrevista fue cuando Diana contestó un dudoso «por supuesto» ante la pregunta de «si se amaban». A lo que Carlos apostillé ese ya famoso: « Lo que sea que signifique el amor».
La pareja se conoció en Althorp House , la casa familiar de Lady Diana ubicada en el condado de Northamptonshire. Fue un fin de semana del mes de noviembre de 1977, y ella tenía entonces sólo 16 años. Lo rocambolesco del tema es que en aquellos momentos el príncipe Carlos estaba saliendo con Lady Sarah, la hermana mayor de Diana. El entonces heredero al trono terminó esta relación en 1980, y meses después volvió a coincidir con Diana durante otro fin de semana de asueto en la casa familiar de su amigo Philip de Pass en Sussex.
Foto oficial del compromiso de Carlos de Inglaterra y Diana Spencer. /
Diana Spencer empezó a ser vista por Balmoral meses después de este segundo encuentro, lo que ya era señal de que la relación entre ella y el príncipe Carlos iba por buen camino. Al año siguiente, en 1981, Carlos le proponía matrimonio a Diana en una cena privada en el Palacio de Buckingham. Ella tenía 19 años y el príncipe casi 13 más.
Aunque intentaron llevar la relación en el más absoluto de los secretos, el 24 de febrero del mismo año la Casa Real hizo oficial la noticia con un comunicado que decía así: «Es un gran placer para la Reina y el Duque de Edimburgo anunciar el compromiso de su amado hijo, el Príncipe de Gales, con Lady Diana Spencer, hija del Conde Spencer y la Honorable Señora Shand Kydd».
Es de sobra conocido que el matrimonio entre Carlos de Inglaterra y Lady Di, conocida como «la boda del siglo» y celebrada el 29 de julio de 1981 en la Catedral de San Pablo, fue una de las historias más tristes y escandalosas de su época. Las continuas infidelidades de él, especialmente con Camila Parker-Bowles , hoy reina consorte de Inglaterra, y la insuperable tristeza y melancolía de ella, que siempre buscó el refugio en sus hijos Guillermo y Enrique, hicieron de esta pareja real un «quiero y no puedo».
La relación pasó por una separación y un posterior divorcio. Justo un año después, en agosto de 1997, se producía la trágica muerte de Diana en un accidente de coche. La princesa viajaba con su pareja de entonces, el millonario Dodi Al-Fayed, que también falleció.
El día del anuncio oficial de su compromiso con el futuro rey de Inglaterra Diana recibió como regalo un maravilloso anillo que mostraba (aparentemente) feliz a todo el mundo. Se trata de una maravillosa pieza de la histórica joyería inglesa Garrad, que con más de 300 años de historia siempre ha estado muy ligada a la Corona británica. El anillo en cuestión, realizado en oro blanco de 18 quilates, tiene un zafiro azul ovalado de 12 quilates y está rodeado por 14 diamantes.
A Diana le dieron la oportunidad de escoger su anillo de compromiso dentro del imponente joyero de la Corona británica. Pero se decantó por una joya del catálogo de Garrad; es decir, por algo que cualquier persona (que pudiera pagarlo) podía tener. Y esto fue sin duda un escándalo dentro de la Familia Real, acostumbrada al boato exagerado y nada amiga de la discreción en sus tradiciones más arraigadas. Al menos el diseño sí tenía un origen real, ya que la joyería Garrad se había inspirado para su creación en un broche que el príncipe Alberto le regaló a la Reina Victoria, ambos abuelos de Isabel II, por su boda.
En la actualidad, este anillo en el que destaca el maravilloso azul de su zafiro procedente de Sri Lanka, pertenece a Kate Middleton, princesa de Gales. El príncipe heredero se lo regaló cuando le pidió matrimonio durante un viaje a Kenia en 2010, 13 años después del fallecimiento de su querida madre, la inolvidable Lady Di y casi 30 después del compromiso de sus padres. Diana lo llevó incluso después de su divorcio de Carlos de Inglaterra,
Hoy es una de las piezas más icónicas e imitadas en el mundo. Basta buscar en Google «anillo de compromiso Lady Di» para comprobar que son decenas, si no centenares, las firmas de todo tipo –joyería y bisutería incluidas– que han copiado esta pieza ya icónica y eterna.
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