Alberto Cortina y Elena Cué. /
El pasado viernes, Elena Cué fue vista en un restaurante madrileño con Máxima de Holanda . Les acompañaban las hijas de ambas, Alejandra y Alexia respectivamente, y ante la sorpresa de la hasta ahora desconocida amistad entre ambas mujeres, el nombre de Elena Cué ha vuelto a ser actualidad.
Esta experta en filosofía y arte fue uno de los nombres protagonistas de la crónica social de los años 2000, año en el que se casó con el empresario Alberto Cortina, integrante junto a su primo Alberto Alcocer, de los famosos «Albertos«, una pareja de poderosos millonarios que manejaron el mundo de los negocios, y también de la crónica social, en la década de los años 2000.
En el caso de Alberto Cortina, había estado casado en dos ocasiones: primero, con la empresaria Alicia Koplovitz, con quien tuvo tres hijos y a quien dejó por Marta Chávarri , entonces una joven 20 años menor que él. Con la marquesa de Cubas (cuando iniciaron su relación, Marta aún estaba casada con Fernando Falcó, marqués de Cubas) se casó en 1991 y su matrimonio apenas duró cinco años. En 1997 conoció a Elena Cué, también 25 años menor que él, en una montería en Las Cuevas, una de las fincas del empresario. Se enamoraron y se casaron en el 2000.
Elena Cué es una vieja conocida de la prensa del corazón, pero hace años que optó por llevar una vida al margen de la crónica social. La razón de su interés mediático fue su romance y posterior boda en el año 2000, con Alberto Cortina, mucho mayor que ella y con un curriculum sentimental repleto de escándalos.
Nació en Madrid el 25 de octubre de 1972, estudió filosofía y es experta en arte, además de haber sido campeona de España y subcampeona de Europa en una disciplina deportiva hasta entonces desconocida por el común de los mortales: el tiro al pichón. De ascendencia asturiana, su familia siempre se ha dedicado a la joyería, y cuando conoció a Cortina salía con su novio de toda la vida.
Pero el flechazo fue inmediato. En la finca Las Cuevas, ubicada en el Parque Nacional de Cabañeros (entre Ciudad Real y Toledo) y punto de encuentro de políticos, empresarios, aristocracia y hasta miembros de la realeza, se enamoraron. Y allí también se casaron el 10 de junio del 2000 en una boda en la que vestía un look maravilloso de Emanuel Ungaro y por la que nadie «daba un duro».
En 2006 nació Alejandra, la única hija del matrimonio que el próximo uno de marzo cumplirá la mayoría de edad. La joven es una amante de la fotografía y la literatura. Desde su cuenta de Instagram comparte imágenes de todo tipo en las que se aprecia su amor por el campo y los viajes.
Elena Cué y Alberto Cortina en la Feria de Abril de Sevilla. /
El nombre de Elena Cué inundó los titulares de la prensa rosa de la década de los años 2000. Mucho más joven que Alberto Cortina, bellísima y de las mujeres más elegantes de España, cada aparición pública de la pareja se convertía en todo un acontecimiento. Fue así como forjó relaciones de amistad que duran hasta hoy con otras «esposas de» como Nuria González, viuda del recientemente fallecido empresario y naviero Fernando Fernández-Tapias , y cuyo funeral en octubre del 2023 fue una de las últimas veces que que ha visto a Cué en público. Y también es íntima amiga de Miriam de Ungría, viuda del príncipe Kardam de Bulgaria y hoy casada con el príncipe Ghazi bin Muhammad de Jordania, primo del rey Abdalá II.
De lo que no se sabía nada era de la amistad de Elena Cué con la reina Máxima de Holanda, con quien se las ha visto hace unos días en el histórico restaurante Horcher de Madrid. Fundado en 1943 y situado en un lugar privilegiado frente al parque de El Retiro, es punto de encuentro de empresarios, realeza y VIPS de todo tipo. Y allí es donde la reina de Holanda y su hija mediana Alexia se han reunido con Elena Cué y su hija Alejandra. Lo cierto es que las mujeres de la familia Orange son muy fans de España y, en concreto, de Madrid: la heredera, Catalina, es asidua a la capital donde pasa temporadas. Y la monarca de origen argentino adora también la ciudad.
El encuentro entre Cué y Máxima quizá se deba a una amistad entre sus hijas, no se sabe. Pero también es posible que las una las inquietudes solidarias que ambas comparten. De la reina de Holanda se conoce al detalle la gran labor que hace en temas de solidaridad, pero Elena Cué no se queda lejos.
Máxima de Holanda es una admiradora de España. /
En 2011, y junto a su marido, hizo un sueño realidad: la creación de la Fundación Elena y Alberto Cortina, que según informa su propia web, se dedica a «los fines de promoción, creación, sostenimiento y auxilio de obras asistenciales, sociales, educativas y benéficas de toda índole, con especial atención y dedicación a la infancia». Las acciones de la fundación han tenido hasta la fecha un impacto un impacto directo sobre más de 6500 personas y 2000 familias en situación de vulnerabilidad.. asistenciales, sociales, educativas y benéficas
Además Elena Cué siempre ha tenido grandes inquietudes intelectuales, y es fundadora y editora de la revista-blog digital Alejandra de Argos, dedicada desde 2013 al arte, la filosofía y los viajes. Y aunque tiene un equipo de expertos, ella misma ha publicado entrevistas a personajes clave de la cultura como Damien Hirst, Ai Weiwei o Sebastiao Salgado. Además es miembro del patronato de la Fundación Museo Reina Sofia, y del patronato del Museo ABC –ha colaborado con este diario desde hace tiempo. Y también es miembro del programa Vivre en Couleur, de la Fundación Cartier para el arte contemporáneo.