A CUERPO DE REY Todo lo que sabemos de Froilán de Marichalar en Abu Dabi: lo que gana en el trabajo, dónde vive y qué hace en su tiempo libre

Froilán de Marichalar ya se ha asentado en Abu Dabi . El pasado febrero, el royal más controvertido de la familia real española cogió sus maletas y se mudó de país con un objetivo: dejar atrás las polémicas y comenzar una nueva vida. El destino elegido no era cuestión de azar: allí le esperaba su abuelo, Juan Carlos I .

Un mes después empiezan a llegar las informaciones sobre cómo es su nueva vida: a qué se dedica, lo que gana en su trabajo, cómo es la casa donde vive y cómo se ha adaptado a su nuevo hogar. El deseo de su madre, la infanta Elena, es casi el de cualquiera: que su hijo de 24 años deje las noches, las fiestas y las peleas y se centre. Después de muchos intentos, la hija de la reina Sofía busca que alguien o algo reforme y enderece a su hijo.

De momento, el cuarto en la línea de sucesión disfruta de cierto anonimato. Lejos de las tentaciones (aunque hay una amplia variedad de ocio nocturno, la venta de alcohol está mucho más controlada) y de los paparazzi (porque están prohibidos). Por lo menos, puede presumir de llevar una rutina mucho más tranquila.

Las primeras imágenes de Felipe Juan Froilán de Todos los Santos de Marichalar y Borbón parecían muy distintas a las fotografías a las que nos tiene acostumbrados cuando está en nuestro país: aparecía relajado y tranquilo en el World Padel Tour 2023, que se celebra en el complejo Bab Al Nojoum en Hudayriyat Island.

Estaba sentado en las gradas, atento al deporte, y completamente solo (aunque parece que ha empezado a relacionarse más con sus compañeros de trabajo). Atrás quedaron sus robados rodeado de colegas o familiares.

Las informaciones de la nueva rutina del royal señalaban que el madrileño se había mudado temporalmente con el emérito. Luego se rumoreaba que estaba asentado en un lujoso hotel y, hace unos días, Telecinco mostró en una exclusiva el hogar y el trabajo de Froilán.

Según su información, descansaba en un piso ubicado en The Landmark, con todas las comodidades: gimnasio, piscina y servicio de seguridad. En un primer momento, se había planteado que se mudara con su abuelo, pero era poco factible.

Primero porque Juan Carlos I lleva una rutina apacible, recibe visitas médicas y fisioterapia a domicilio, como ha publicado Vanitatis. Lo compagina con salidas para comer o cenar, pero sus citas son mucho menos movidas que las de su nieto. El otro inconveniente es que, aunque el emérito tiene una casa en la ciudad como tal, vive en la isla de Nurai.

Fuentes próximas a los royals comentaron a la prensa que el abuelo había sido quien le había apalabrado el nuevo trabajo, el tercer motivo para que no vivan bajo el mismo techo. Desde la empresa petrolífera donde trabaja, le han facilitado un hogar.

Llamada ADNOC, Abu Dhabi National Oil Company, se encuentra en uno de los edificios más impresionantes de la ciudad (y a tan solo 10 minutos en coche de donde vive). Como muestra el periodista la cadena de Mediaset, el rascacielos tiene una vistas sorprendentes, e incluso se puede intuir a lo lejos la isla donde vive Juan Carlos. Es un lugar inspirador para cualquiera, donde el royal desarrolla su trabajo como encargado de Marketing y Estrategia de Futuro.

Se trata de su primera experiencia laboral, tras haber estudiado Business Management en la universidad privada The College for International Studies (CIS). A pesar de ser muy principiante en el sector, estaría gananod una cantidad entre 6.000 y 10.000 euros al mes.

Este cambio radical fue una respuesta a varios traspiés de Froilán. Llegó un momento en el que el emérito sabía que su nieto necesitaba ayuda y puso empeño en mover sus hilos y que sus contactos pusieran también de su parte. Algunos criticaban que era tarde, pero el sobrino de Felipe VI vive en su propio paraíso de intimidad.

Ante su mala fama, el plan del hijo de Jaime de Marichalar era asentarse de manera indefinida. Al fin y al cabo, no valía solo con la colaboración de Juan Carlos y el empuje de la infanta Elena. Él, de carácter rebelde y personalidad fuerte, también tenía claro que quería marcharse. Necesitaba un cambio de aires. Y lo ha logrado, a 7.000 kilómetros de distancia.