20 años de la boda de Luis Alfonso de Borbón y Margarita Vargas: la juerga de Carmen Martínez-Bordiú, seguridad extrema e invitados royal

Se cumplen 20 años el día 6 de noviembre de una de las grandes bodas del año 2004. Él era descendiente del rey Alfonso XIII y ella la heredera de una de las mayores fortunas de Latinoamérica. Se cumple el veinte aniversario del enlace de Luis Alfonso de Borbón, duque de Anjou, y Margarita Vargas, que, en estos años, han representado a la perfección el papel de un matrimonio enamorado y cómplice , padres de cuatro hijos.

Luis Alfonso es hijo de Alfonso de Borbón Dampierre, fallecido trágicamente en un accidente de esquí, y su madre es Carmen Martínez Bordiú, nieta del General Franco. Margarita Vargas es hija del abogado Victor Vargas Irausquín, presidente del grupo financiero Banco Occidental de Descuento de Venezuela. Su madre, hoy separada de su padre, es Carmen Leonor Santaella, miembro de una de las familias más importantes de la alta sociedad venezolana.

La boda se celebró en la capilla de San Estanislao de Cracovia, en los Altos del Chavón, en la urbanización La Romana, una de las zonas más exclusivas de República Dominicana. Los novios se dieron el «sí, quiero» a las siete de la tarde, ante 1500 invitados. Además del amor, les había unido la trágica pérdida de un hermano: el de ella, Victor, falleció de una enfermedad rara con solo 18 años, el de él, Francisco, murió en el terrible accidente de coche que sufrieron ambos junto a su padre al regreso de unas vacaciones de esquí.

Luis Alfonso es el pretendiente legitimista al trono de Francia, tras la muerte de su padre. Creció en España junto a su abuela materna, Carmen Franco, tras el divorcio de sus progenitores, en 1982, mientras su madre, Carmen Martínez-Bordiú , se instalaba en Francia tras casarse con el anticuario Jean Marie Rossi.

Luis Alfonso de Borbón y Margarita Vargas se conocieron en una boda, la de María Victoria, hermana mayor de ella, con Francisco Javier d'Agostino, amigo de él. Margarita solo tenía 17 años. Era una gran amazona –sigue siéndolo– y estudiaba Pedagogía en la Universidad Metropolitana de Caracas. Luis Alfonso era nueve años mayor que ella y trabajaba en Paribas, en Madrid, tras haberse licenciado en CUNEF. Su amor sobrevivió a la distancia: ambos comparten unas fuertes creencias religiosas y una acendrada moral católica.

En la ceremonia, ella vistió un diseño de Victorio y Lucchino de raso duquesa y encaje de chantilly con una cola de cuatro metros. El novio lució el uniforme de Bailio de la Gran Cruz de la Orden de Malta y se adornó con la insignia de la orden dinástica francesa del Espíritu Santo.

La celebración tuvo lugar en la residencia de los Vargas, bajo una carpa de 3.000 metros cuadrados, y actuaron Juan Luis Guerra, David Bisbal y los del Río. Según publicó el diario ABC, la seguridad del evento corrió a cargo de un equipo de 450 personas, para evitar, entre otras cosas, que ningún periodista o invitado captara imágenes de la boda.

Entre los invitados estaban el entonces presidente de la República Dominicana, Leonel Fernández, pero también rostros conocidos, como el empresario Pepe Barroso o el torero Enrique Ponce, Cary Lapique y Carlos Goyanes y Paloma Segrelles hija, y aristócratas como el príncipe austríaco Franz Auersperg Trauston y su esposa, la archiduquesa Constanza de Austria -antigua novia del duque de Cádiz-, los duques de Plasencia, el barón de Alacuás, Federico Trenor, tutor de Luis Alfonso, la duquesa de Arcos, el duque de Sevilla, o los barones de Gotor, así como Roberto Federicci, el entonces compañero sentimental de Carmen Martínez-Bordiú, y varios hermanos de Carmen. Sin embargo, no acudió ningún miembro de la familia real española, a pesar de los vínculos familiares del novio, lo que causó cierta polémica.

La madrina, Carmen Martínez-Bordiú, ofreció una juerga flamenca a sus invitados la víspera en el hotel Dominicus, que acabó interrumpiedo la fiesta ante la queja de algunos huéspedes. El dress code imponía esmoquin negro para ellos y largo de gala para ellas. Y fue la madrina y madre del novio la que concentró toda la atención.

Carmen Martínez-Bordiú incumplió el protocolo de no brillar más que la novia, porque destacó por encima de cualquier otra dama. La nieta de Franco lució peineta y larga mantilla negra, como manda la costumbre española, y optó por un espectacular vestido de alta costura de John Galliano para Dior.

El vestido de raso y escote palabra de honor en color lila y grandes flores rosas no dejó indiferente a nadie. Parece que el diseñador había «agujereado» la zona de los pechos, para dejar el forro al descubierto y atraer todas las miradas. Carmen estaba radiante con esta mezcla de clasicismo y originalidad rompedora. Hubo quien lo consideró inapropiado para una ceremonia religiosa.

Luis Alfonso y Margarita se instalaron en Venezuela, nada más casarse. Vivieron un tiempo en Nueva York y luego se afincaron definitivamente en Madrid, en 2010. La pareja tiene cuatro hijos: la mayor, Eugenia, nació en 2007, los mellizos Luis y Alfonso, en 2010, y el más pequeño, Enrique, en febrero de 2019.